Por: José Rafael Gómez Reguera
Este sábado en la noche, la Plaza 500 de Trinidad acogió la Gala Fundacional por los 506 años de la Tercera Villa de Cuba, un verdadero regalo a una ciudad que tiene el don de rejuvenecerse cada día más, y ofrecer lo mejor de sí a quienes la habitan y visitan. No por gusto, fue calificada como Un Don del Cielo.
La Gala contó con la presencia de José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC); Deyvis Pérez Martí, Primera Secretaria del PCC en Sancti Spíritus, así como por Miguel Mario Cabrera Castellanos, miembro del CC del PCC y Jefe de la Dirección de Cuadros del Estado y del Gobierno.
Estaban presentes, asimismo, Teresita Romero Rodríguez, Presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular; José Luis Toledo Santander, Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el doctor Eduardo Torres Cuevas, Director del Programa Martiano y Presidente de la Sociedad Cultural José Martí; Denis Díaz Peláez, Primer Secretario del PCC en Trinidad y Tania Gutiérrez Fontanills, Presidenta del Gobierno en el territorio, entre otros.
Concebido en varios bloques que consiguieron no solo organicidad, sino un desarrollo ascendente, el espectáculo pudo ser apreciado por miles de lugareños y visitantes al desarrollarse en un lugar amplio, como la Plaza 500, en torno al cual se pusieron a disposición de turistas y lugareños, numerosas opciones gastronómicas, con participación de entidades del turismo y la gastronomía popular.
Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, cerca del mar y del monte, disfrutó con este espectáculo en el que tomaron parte la Parranda de Manaca, el grupo Montimar, el solista Rogelio Hernández, el dúo Lina y el grupo Semillas del Son.
Asimismo ofrecieron lo mejor de sí la solista Rosa Nivia, el dúo Anhelo, el proyecto Harmony, las Tonadas Trinitarias, el grupo Folclórico Aché Shuré, el trovador Eduardo Sosa, como invitado especial, y la solista Geidy Arboláez con apoyo del folclórico Aché Shuré.
Precisamente correspondió al trovador Eduardo Sosa, poner énfasis en la cubanía, en el amor a José Martí, y en el desprecio a quienes ultrajan sus bustos. Así lo manifestó públicamente, y concitó un gran aplauso de quienes colmaban la Plaza 500 de Trinidad.
Sus palabras las apoyó, primero, con los versos de nuestro Héroe Nacional José Martí, musicalizados por él, así como por esa hermosa canción compuesta por Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, La Bayamesa, y un tema bien cubanísimo en el que se dice por qué se aman las raíces patrias, titulado A mí me gusta Compay.
Concluida la Gala, la glorieta del parque Céspedes fue escenario de un espectáculo artístico en el que no faltaron ni la buena música ni las tradiciones de nuestros ancestros africanos, sobre todo con la magia del fuego haciendo malabares y demostrando dominio, y la confección y degustación de una Canchánchara Gigante Aniversario 506, en cuya elaboración participaron varias de las personalidades locales e invitados.
Destino turístico por excelencia, con múltiples propuestas, Trinidad preserva su cultura en todos los sentidos, incluyendo lo arquitectónico, costumbres y tradiciones, incluyendo lo vinculado con la alfarería, lo textil, los trabajos con fibras, y muchas otras vertientes de las artes populares, que la hicieron merecedora de Ciudad Artesanal del Mundo, y posteriormente Ciudad Creativa en Artesanía y Artes Populares, en tanto se apresta a ganar el título de Ciudad Gastronómica del orbe.