Uhhh, ahhh… Chávez vive y no se va

Hugo Chávez, impulsor del deporte venezolano.

Por: Joaquín Gómez Serra

No has muerto para mí Hugo Chávez, porque no se muere cuando el corazón deja de latir, se muere cuando los recuerdos dejan de existir y tú sigues y seguirás vivo para todos. Fuiste el Comandante inolvidable, el modelo de hombre, que con su accionar y hacer siempre nos dio una formación y una firme educación moral. Siempre recordaré estas palabras: «Si tú ves con los ojos del corazón y quedas en silencio, escucharás la voz de Dios que es quien te enseñará a encontrar la verdadera sabiduría».

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La obra imperecedera de tu vida nunca terminará. A las 4 y 25 de esta tarde, precisamente ya hace 7 años, decidiste ser inmortal. Entonces, me preguntaba por qué la vida es tan cruel y nos arrebata a un hombre que sólo le ha hecho bien a los pobres de esta Tierra. Sin embargo, la muerte es sólo el pretexto para tu ausencia física, porque sigues vivo en cada calle, en cada pueblo de tu Cuba querida, de tu Venezuela inolvidable, y por qué no, del mundo.

Desde allá, en lo alto de Miraflores miras y velas con ojos insomnes también por el deporte venezolano, ese por el que hiciste más que nadie en tus años como Presidente. Lograste en el deporte también mucho, lo que nunca, nadie antes había logrado. Desde el cielo te puedes vanagloriar de dejar a tu deporte, el cual practicaste, como buen pelotero, con campeones mundiales, olímpicos y paralímpicos.

Desde Francisco “Morochito” Rodríguez, medallista de oro en el boxeo en 1968 hasta Brasil 2016, Venezuela nunca había escalado lo más alto del estrado olímpico, mérito conquistado, Chávez, en tus años al frente de la Revolución Bolivariana, mediante el esgrimista  Rubén Limardo, que lo convierten en el primer latinoamericano en ganar medalla de oro en esgrima desde 1904, más de 100 años.

Venezuela ya hoy tiene deportes, y en gran parte te lo debe a ti, Hugo Chávez.  La historia tiene escrito en sus anales también las preseas de bronce de Dalia Contreras y Adriana Carmona, en el taekwondo, y las cinco preseas de los Paralímpicos, lideradas por la dorada Naomi Soazo.

Como dice en su canción dedicada a ti, el cantautor cubano Raúl López, durante tu ida “un momentico a la misa”, el mundo vio sucederte en la presidencia al hombre designado por ti para continuar todo un proyecto de amor e igualdad en la Venezuela de Bolívar, y también tuya en la misma dimensión que la del Padre fundador desde el cinco de marzo de 2013.

Hoy, como nunca, gigante de Sabaneta, vives en cada venezolano, cubano y latinoamericano. Aún resuenan las palabras de tu María Gabriela aquel doloroso, pero digno día: “Vuela libre, gigante, vuela alto y sopla fuerte, fuerte como los vientos huracanados. Nosotros cuidaremos tu patria y defenderemos tu legado como tú nos enseñaste a hacerlo, jamás te irás porque en nuestras manos está tu llamarada”.

Hoy, siete años después, tu querida hija te vuelve a escribir, y en su texto te dice Chávez: “el dolor sigue intacto. Contigo voy, padre maravilloso. ¡Hasta el último día de mi vida extrañaré tus abrazos y tu amor! Sigues aquí, en el alma de tus hijas y de tu aguerrido pueblo. Jamás te olvidaré. Jamás se me irá el dulce sabor de todo el amor que me diste. Gracias por haberme dado la vida. Gracias por seguirme acompañando en cada una de mis batallas. Te amo tanto y más, papito amado mío. Te amo, gigante de mi alma y de mi vida. Para siempre”.

Desde acá, desde la Cuba que tanto le agradece al amigo sincero, te decimos: Los hombres buenos como tú, no mueren, tu obra humana, social y deportiva, es y será siempre imperecedera. Chávez, sonríe una vez más, ahora desde los cielos, junto a Bolívar, Martí y Fidel, junto a los próceres independentistas y a tu Jesucristo querido y redentor.