A pesar de los problemas enfrentados por el mundo, especialistas aseguran que una persona feliz es porque está contenta y complacida cuando pone en práctica de manera simbólica actividades que generan endorfinas como parte integral en el desarrollo y prosperidad de quienes pueblan la madre de la naturaleza, la tierra. Y hoy es el Día Internacional de la Felicidad.
Sentimiento de la fibras más sensibles de los seres humanos, concebida como estado de ánimo la cual supone una satisfacción propia o conjunta de determinado grupo de personas a gusto y complacencia, sensación de plenitud y de esperanza que abraza a todos.
El 20 de marzo también festeja la inclusión, exige a todas las naciones del mundo la prioricen en sus proyectos, políticas sociales y económicas, para la existencia colectiva de una verdadera equidad, bonanza, anhelo y sueño de la raza humana.
Su origen floreció de una hermosa historia del Reino de Bután, pequeño país del sur de Asia, en la cordillera del Himalaya, el que propuso este día a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como genial filosofía de gobierno en el empeño de lograr los más justos objetivos de desarrollo sostenible.
Aunque parezca una utopía, ¡el día de la felicidad sí es posible! Hoy podemos pensar que la misma constituye un derecho universal y no una simple quimera difícil de alcanzar, porque el destello de su luz de luna y de estrellas, siempre estará prendida para iluminarnos.
Los desafíos de una nueva aurora están en poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta, temas cardinales, garantes de la salud, la educación, el deporte, la cultura, el bienestar, la convivencia y la felicidad.
Ante estas aspiraciones agradece, cultiva la paz interior, anímate a ofrecer siempre tu imagen con la alegría de tu tentadora sonrisa a nuestros semejantes, piensa que un mejor mañana es posible en el orbe para todos. Entonces amor del bueno recibirás a manos llenas. ¡Actívate y se feliz!