Texto y fotos: Ana Martha Panadés Rodríguez
Las lluvias que tanto anhelaron los productores trinitarios meses atrás dañaron en apenas dos o tres días más de 180 hectáreas de cultivos como el maíz, la calabaza, el boniato y la frutabomba de 12 bases productivas que tienen sus mejores tierras en las márgenes de los ríos Agabama y Caracusey. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI)
Mas, no es tiempo para lamentaciones; en cuanto las condiciones mejoraron cada cual regresó al campo para drenar la humedad del suelo y acopiar todo lo que pueda contribuir a la alimentación del pueblo, según confirmó Vladimir Palmero Hernández, director de la Empresa Agroforestal Trinidad
“Lo primero fue visitar las áreas afectadas para evaluar los daños y decidir la estrategia a seguir; en estos momentos y pese a que ha continuado la lluvia los productores hacen labores y enmiendas para recuperar algunos cultivos y los que no se pueda se volverán a plantar.
“El boniato sufrió las mayores afectaciones; hoy se trabaja en el campo con el propósito de acopiar algunos niveles y aunque no pueda ser distribuido a la población puede emplearse en la alimentación animal.”
Pese a las lluvias, el Sistema de la Agricultura en Trinidad mantiene el incremento en sus niveles de entrega de productos que, ante la emergencia a causa del nuevo coronavirus, aseguran la oferta de alimentos a los trinitarios y alcanzan cifras que nunca antes se contabilizaron por estos predios.
“En el mes de mayo – sostiene Palmero Hernández– se lograron muy buenas entregas a la red de distribución de Acopio por parte de las bases productivas y especialmente, la UEB Valle de los Ingenios tuvo el mayor protagonismo, lo que permitió entregar 867 toneladas de viandas, hortalizas, granos y frutos.”
Para los próximos días, precisó el directivo, está garantizada la oferta de plátano, calabaza y mango, este último con niveles de producción muy altos, además de llegar con esas producciones a las comunidades donde tienen un nivel de aceptación importante.