Por: Ana Martha Panadés Rodríguez.
Las propuestas recreativas llegaron al Palacio de Pioneros 28 de Enero de la ciudad de Trinidad. Niños y niñas disfrutan el verano en la nueva normalidad que insiste en proteger la vida.
Ronaldo, Samuel, Esther, Alma y muchos otros infantes juegan, aprenden y hacen nuevos amigos mientras esperan el reinicio de las clases con nuevas historias para contar.
Atenta a cada medida sanitaria, Moraima Zayas, directora de la instalación pioneril, confirma la responsabilidad con el cuidado de la salud.
“Hemos dividido el palacio en áreas para garantizar el distanciamiento.En el salón principal trabajan los instructores de arte con las manifestaciones de danza, dibujo, pintura y teatro; otra área es atendida por trabajadores de la biblioteca en la que los niños disfrutan de cuentos infantiles, talleres para la elaboración de títeres, muñequería; y en el patio trasero están los profesores de educación física con actividades deportivas y otros juegos”.
Y mientras los padres cumplen la jornada laboral, en el palacio de pioneros de esta ciudad los infantes echan a volar la imaginación, dibujan, cantan y crean con sus manos detalles para decorar el sitio y las aulas una vez se reinicie el curso escolar.
Anailis Rachel, instructora de arte de la especialidad de música, agradece la posibilidad de compartir con los pequeños después de tres meses de aislamiento en casa que aprovechó para estudiar y superarse: “me gusta trabajar con los pequeños, motivarlos con juegos musicales y otras ideas que siempre cuentan con el respaldo de todos”.
El programa vacacional en el sureño municipio de Trinidad apela a la creatividad en aras de aprovechar los recursos y el talento en los parques infantiles, los consejos populares, las comunidades rurales, los jóvenes clubs de computación y electrónica, que restablecen sus servicios sin descuidar las medidas higiénico sanitarias.
La Playa Ancón, sitios de interés históricos y naturales, los museos y el patrimonio arquitectónico de una ciudad de cinco siglos devienen también atractivos para nuestros niños y niñas, quienes, ante la covid-19 se quedaron a buen resguardo en el hogar, y hoy viven el verano.