Por: José Rafael Gómez Reguera
El hotel Village Costasur, de Trinidad, ha dejado atrás a sus especiales huéspedes, y en la actualidad se trabaja allí en la completa desinfección de todas sus áreas, según informó este sábado la gobernadora de la provincia de Sancti Spíritus, Teresita Romero Rodríguez, al intervenir mediante videoconferencia en la reunión del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, encabezada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, junto al Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX)
En la cita, la Gobernadora de Sancti Spíritus aseveró que se concedieron dos altas clínicas, que corresponden a los dos primeros pacientes confirmados, la institución está vacía y se trabaja en su desinfección; las 167 personas que allí habían sido puestas en aislamiento, entre trabajadores y huéspedes, ya partieron hacia sus respectivas viviendas al resultar negativa la segunda muestra PCR que se les realizó.
Días preocupantes se vivieron en la instalación turística, ubicada en la zona de María Aguilar, de la península de Ancón, tras confirmarse como positivos dos huéspedes del hotel, procedentes de la provincia de Ciego de Ávila, y se decidiera abrir un evento de transmisión local, el primero de Trinidad, a consecuencia del cual fueron infectadas 16 personas, procedentes tanto de la propia ciudad como de otros municipios espirituanos.
Trinidad volvió a los espacios noticiosos nacionales por este acontecimiento del hotel Village Costasur, luego de que la Tercera Villa de Cuba viviera momentos cruciales en el pasado mes de marzo, pues justamente aquí fueron detectados los primeros casos del SARS-CoV-2 en el país, tres turistas italianos alojados en un hostal, y posteriormente una ciudadana cubana que evolucionó favorablemente y fue dada de alta una vez confirmada su negatividad. Este hecho de septiembre demostró la alta transmisibilidad del coronavirus, su peligrosidad, y cómo jamás hay que confiarse.
Los dos vacacionistas de Ciego de Ávila que visitaron la instalación del 27 al 31 de agosto, infectados por el SARS-CoV-2, produjeron una cadena de 16 contagios en la provincia espirituana: tres trabajadores del hotel (cantinero, dependiente de servicios gastronómicos y agente de seguridad y protección) y 13 clientes.
Por municipios, los contagiados con la COVID-19 resultaron ser cuatro personas de Trinidad, once del municipio de Yaguajay y uno del municipio de Sancti Spíritus, en tanto las personas en aislamiento en el propio hotel correspondieron a 72 trabajadores del turismo y clientes de las provincias de Sancti Spíritus, Cienfuegos, Villa Clara, La Habana y Ciego de Ávila.
La evidente violación de protocolos de bioseguridad en el Village Costasur no solo repercutió negativamente en ese centro, sino que trajo como consecuencia serias preocupaciones de los padres de niños y adolescentes, y se afectó de manera considerable la asistencia a clases, sobre todo en la enseñanza primaria, según informó ante el Consejo de Defensa de Trinidad, la directora de Educación del territorio, MSc. Maira Fundora Liriano.
A centros de aislamiento del municipio fueron trasladados 23 estudiantes del tercer año de la especialidad de servicios gastronómicos y 4 profesores del Instituto Politécnico de Economía José Mendoza García, por ser contactos del caso positivo, y permanecieron en sus hogares, en esa misma condición, 16 niños del segundo año de vida y tres educadoras del círculo infantil Sueños Marinos de Casilda; 11 alumnos y su maestra de prescolar de la escuela primaria Pablo Pérez Cabrera, de Manaca Iznaga, y uno de cuarto y otro de sexto grado del plantel Antonio Maceo, del Crucero Bandomo, a la entrada de la comunidad del FNTA.
Asimismo, fueron puestos en observación más de un centenar de constructores vinculados a la ejecución del hotel Melia Trinidad que se edifica en las cercanías del Village Costasur.
La detección del SARS-CoV-2 en este inesperado rebrote, obligó a extremar las medidas en todos los sectores de la producción y los servicios, e incrementar la búsqueda de contactos, lo cual se extendió a otros centros educacionales de la cabecera municipal, en este caso 24 estudiantes, con una maestra de la escuela primaria Marcelo Salado, 49 alumnos y 3 profesores de la escuela primaria José Mendoza García y 16 niños y tres docentes del centro Félix Salabarría, en el reparto del mismo nombre, de la ciudad de Trinidad.
En todos los centros del Ministerio de Educación se extremaron las medidas higiénico-sanitarias, entre las que destacan el lavado constante de las manos, la limpieza de áreas y superficies con hipoclorito de sodio y la prohibición de acceso del personal ajeno a los centros educacionales. De uso obligatorio es el nasobuco en los escolares, así como en todo el personal docente.
De igual manera, se limitó el acceso a Trinidad desde las provincias aledañas (Cienfuegos y Villa Clara), así como desde la cabecera provincial, se colocaron puntos de control con trabajadores del Transporte, la Salud Pública y el Ministerio del Interior, donde se controlaron datos personales de quienes ingresaban y se les tomaba la temperatura corporal.
Las unidades del Comercio, la Gastronomía, la Industria Alimentaria (pan y dulces), y la Cadena Cubana del Pan, entre otros, prohibieron el acceso a sus establecimientos sin nasobucos, y exigieron nuevamente la desinfección de las manos con hipoclorito de sodio y solución jabonosa, además de restablecer la desinfección de los pies al acceder, los llamados “pasos podálicos”.
A la par fueron reajustados los horarios en los que se hizo efectiva la prohibición de transitar por las calles de la ciudad (se decidió que fuera entre las 6 de la tarde y las cinco de la mañana), y los establecimientos comerciales solo estuvieron abiertos hasta las seis de la tarde.