Trinidad y el Plan Jaba en los tiempos actuales

Por: Belkis Niebla López

Por estos días han llegado hasta la redacción informativa de Radio Trinidad quejas vinculadas con la aplicación del plan jaba, resolución emitida por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) el primero de agosto de 1992 con la intención de apoyar a los obreros, sobre todo a la mujer, trema que tanta polémica genera en la actualidad por la situación diferente que se vive debido a la COVID-19. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (XI)

Las preguntas sobre el tema son muchas: ¿quiénes tienen derecho al Plan Jaba? ¿Cómo se realiza la venta teniendo en cuenta los que trabajan y no? ¿Hasta dónde es responsable el administrativo o dependiente de cada unidad de que se cumpla lo establecido? ¿Los llamados mensajeros pueden utilizar el plan jaba? Estas y otras interrogantes se hacen los consumidores.

En diálogo con el subdirector de Comercio en el municipio Jorge Gutiérrez Bravo nos explicaba que la FMC otorga o no el Plan Jaba. A partir de ahí, y por la identificación en la libreta de abastecimiento, los administrativos y dependientes (quienes además conocen sus consumidores en el momento de la venta) pasan 1 consumir vinculado con el Plan jaba y 2 que no lo son. Eso es lo que está establecido.

En el caso de los mensajeros precisó Gutiérrez Bravo, la mayoría no están reconocidos así por la Dirección del Ministerio del Trabajo, y por consiguiente  no pueden utilizar el plan jaba. Ello generan dificultades por la cantidad de libretas que llevan para hacer la compra, y en ese caso la unidad comercial tiene facultades para decidir que esa persona haga la cola en más de una ocasión y así no atrase el proceso de venta.

Pero la utilización y validez del Plan Jaba tiene otras aristas. Entre ellas, que en la actualidad existen núcleos familiares donde ya no hay trabajadores y sin embargo continúan utilizando esta posibilidad, lo cual es permitido tanto por la FMC como por administrativos y dependientes de las diferentes unidades, dígase casillas, puntos de leche, bodegas, panaderías y además, por los propios consumidores.

Deben tener en cuenta las personas o núcleos familiares que incurren de manera reiterada en violaciones del uso del Plan Jaba, que se les puede llamar la atención y si persisten, se les puede retirar el derecho. Sin dudas, la problemática social se erradicará cuando cada cual haga lo que le corresponda y de forma correcta sin violar lo establecido desde el inicio en apuesta por lograr justicia, reconocimiento y beneficios, más en el actual contexto en el que han vuelto a controlarse productos por la libreta y resurgen las colas.