Por: Belkis Niebla López
Más de mil 300 trabajadores del municipio de Trinidad se han acogido al teletrabajo, el trabajo a distancia y la labor en el terreno, como modalidades que llegaron para quedarse, a tono con la realidad impuesta al país por la aparición del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y la necesidad de mantener la vitalidad de determinadas actividades socioeconómicas, a la par que se garantiza el distanciamiento físico.
De acuerdo con la especialista de empleo y seguridad social en la Dirección Municipal de Trabajo Esther Calderón Lozano, la mayor representación en estas maneras de desempeño laboral está en entidades como la radio y su quehacer periodístico, Servicios Comunales, Acueducto y Alcantarillado, Salud Pública, la Oficina del Conservador, Transporte, la Organización Básica Eléctrica, entre otras.
Estos tipos de trabajo proporcionan ahorro de energía eléctrica e, incluso, evitan el deterioro de equipos, concilian la vida personal y laboral, disminuyen el estrés, flexibilizan los horarios y reducen los gastos en casi todos los sentidos. Asimismo, elevan la productividad y prácticamente eliminan el ausentismo laboral, entre otras cuestiones que obran a su favor, independientemente de que demandan de la garantía de materias primas o el uso de ordenadores y conexión a Internet, según cada puesto laboral.
A partir del llamado del presidente cubano Miguel Díaz-Canel a aprovechar al máximo tales bondades del trabajo, en Trinidad se han apreciado positivos resultados, según Calderón Lozano, quien argumentó que ello está amparado por el Código de Trabajo en su Ley No. 116/2016.
Según la Organización Internacional del Trabajo, el teletrabajo constituye una forma de empleo que se realiza en una ubicación alejada de una oficina central, con la ayuda de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las cuales facilitan, al mismo tiempo, la separación física y el intercambio.
La especialista del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en Trinidad explicó que tales bases sustentan el trabajo a domicilio, aunque sin la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. En cambio, el quehacer en el terreno prioriza a aquellos que laboran fuera de las entidades.