Magalis Ramírez Placeres: lecciones de humildad, constancia y maestría artística

Magalis Ramírez Placeres, una de las maestras artesanas en Trinidad. Foto: Ana Martha Panadés. / Radio Trinidad.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Con esa capacidad tan suya de hilvanar la historia de su vida casi como si trabajara en unos de sus puntos preferidos, Magalis Ramírez Placeres ofreció otra de sus clases magistrales a los amigos convocados a la Casa Malibrán: su familia, compañeros de trabajo, las artesanas y artesanos que han tejido lazos de amor más allá de los límites profesionales.

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En diálogo con el patrimonio, la propuesta con la que el Centro de Documentación reconoce la impronta de trinitarios y trinitarias en la conformación de la identidad de la ciudad, Magalis recordó los años de una infancia sana, en el regazo de una familia humilde, pero honrada; y ella, la mayor de seis hermanos y con apenas 14 años, contribuyendo al sustento de todos.

Amigos, compañeros de trabjo y la familia escucharon la historia de vida de la destacada artesana. Foto: Ana Martha Panadés. / Radio Trinidad.

Fue en esa etapa, que rememora con cariño y veneración a todas sus maestras, cuando aprendió las labores de la aguja y de la costura; todavía no imaginaba cuántas satisfacciones vendrían gracias a la constancia, a la paciencia, al prodigio de sus manos, a su entrega también a otros proyectos que moldearon su liderazgo.

A la Federación de Mujeres Cubanas llegó en los años más ardientes de esa organización; a la ciudad le nacían sus primeros barrios en la llamada periferia, uno de ellos La Purísima y allí comenzó a organizar tareas, a pensar cómo inculcar valores en los niños, a unir a la comunidad, a confiar en las personas y en la validez del trabajo en equipo.

Llegaron los días, primero como delegada del Poder Popular y luego como Presidenta del Consejo Popular, abierta siempre al intercambio mientras crecía La Purísima y se sumaban otras comunidades, los recorridos en bicicleta al Lampiño, escuchando, representando al pueblo en la Asamblea Municipal y luego como Diputada al Parlamento cubano; una vida de renuncias y recompensas, que hoy intenta abarcar en los recuerdos, pero las horas vuelan y nos quedamos con las ganas de escucharla.

Suerte la de Magalis porque otros, los que la aman y la admiran, ayudan a contar su historia como artesana, madre de tantísimos proyectos y de artistas, hombres y mujeres que no faltaron al encuentro de Malibrán para agradecer su magisterio y su humildad, patrimonio no solo de los amigos y la familia, sino de toda la ciudad.

Magalis Ramírez Placeres en Diálogo con el Patrimonio. Foto: Ana Martha Panadés. / Radio Trinidad.

Entre los elogios más sentidos el de Idalmis Cofiño: “ella es don, vocación y oficio, es capaz de reconocer el talento de los otros y alegrarse; enseñar desde un punto complicado hasta una receta de cocina y se ha dedicado siempre a hacer el bien, a servir a los demás”; mientras Yudit Vidal Faife, artífice del proyecto Entre hilos, alas y pinceles resalta su dulzura, el sentimiento mutuo que las une y la maestría de Magalis en cada uno de las obras”.

Adrián, Reina, Edwin, Laritza -la hija-, Margot, también contaron vivencias que revelan a esta mujer en sus múltiples facetas: amiga y compañera de labores, guía, inspiración y madre; una mujer que ha tejido su vida con la misma pasión que nace en sus manos y anida en la memoria de la ciudad.