Descomunal actuación del deporte cubano en Tokio

Por: Joaquín Gómez Serra

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020  cerraron sus imaginarias cortinas. Fueron muchas horas de café y desvelos, madrugadas interminables, horarios dislocados, y rutinas quebradas. Pero el sacrificio es una palabra que no comprendemos, porque no es trabajo cuando hacemos lo que nos place y nos motiva.

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Cuba tuvo una actuación fenomenal al ubicarse en el puesto 14 entre más de 200 naciones
Cuba tuvo una actuación fenomenal al ubicarse en el puesto 14 entre más de 200 naciones

Hasta la última competencia en el día del adiós la lucha por el podio de naciones tuvo ribetes dramáticos. Una pletórica lucha por la cima del medallero que en fotofinish le ganó Estados Unidos (39-41-33) a China (38-32-18) y en el que los anfitriones japoneses (27-14-17), fueron terceros.

De allí surgió el adjetivo de “descomunal” con el que califico la actuación en Tokio 2020 del deporte cubano. Un año con ribetes dramáticos frente a la incidencia de la COVID 19, un enemigo que nunca bajó su guardia, y que llevó a los deportistas cubanos a llegar a la tierra del Sol Naciente con el mayor déficit de entrenamiento en la historia de estas lides olímpicas.

Antes de partir los 69 miembros de la delegación cubana, entre los que se encontraban los atletas espirituanos Serguey Torres, Eglys de la Cruz Farfán, Yosvani Veitía y Milena Venegas, así como los entrenadores Julio Fidel Hernández y el trinitario Yoelbis Quesada, hicieron el compromiso de ubicarse entre los 20 primeros países de los 206 que participaron en la 32 edición de las citas estivales.

Pensarlo sólo ya era una odisea, pero como cubanos al fin,  sacaron el extra en la “candela”, y no sólo cumplieron sino que firmaron una actuación sin precedente en los anales del Olimpo, ya que la delegación antillana sólo compitió en 15 deportes de un programa de competencias que incluyó 339, y en la que la Mayor de las Antillas sólo intervino en 62 pruebas.

La conquista de siete medallas de oro, tres de plata y cinco de bronce, para un total de 15, colocaron a Cuba en el lugar 14 por países y permitieron celebrar su mejor ubicación en los últimos 13 años, dejando detrás las de Beijing 2008 (3-10-17), Londres 2012 (5-7-15) y Río de Janeiro 2016 (5-2-4).

El espirituano Serguey Torres y Fernando Dayán ganaron el primer título del canotaje cubano e implantaron récord olímpico
El espirituano Serguey Torres y Fernando Dayán ganaron el primer título del canotaje cubano e implantaron récord olímpico

En Tokio el deporte antillano rubricó momentos espectaculares, porque cada medalla ganada tuvo el aliento de 11 millones de cubanos. Sin embargo, el cuarto título conquistado por el luchador Mijaín López, único humano en el planeta en alcanzar esta proeza y el triunfo en la canoa biplaza del espirituano Serguey Torres y el cienfueguero Fernando Dayán Torres, con récord olímpico, junto a cada una de las victorias del buque insignia, marcaron hitos en este perfomance escrito en letras mayúsculas por los deportistas de esta Isla.

Para nadie es un secreto que la delegación de la Mayor de las Antillas desembarcó en Japón con una preparación inferior a sus rivales, y con el mayor déficit de entrenamientos y de participación en certámenes internacionales en la historia del olimpismo, amén de ser la tercera menor delegación que interviene en estos certámenes desde la fundación por el barón Pierre de Coubertain de los juegos que unen los cinco continentes del mundo.

Resulta obvio mencionar que la ubicación de Cuba reluce entre grandes potencias mundiales en lo deportivo y económico, que le anteceden e, incluso, le suceden en el medallero. Si en Río de Janeiro 2016 sólo cuatro deportes aportaron preseas al medallero, ahora cinco años después en la tierra del Sol Naciente, lo hacen siete deportes, además  con el muy alto 53,8 por ciento de eficacia de medallas ganadas entre los atletas clasificados a finales.

Cada actuación merece elogios, porque cada medalla tiene el valor de ganarse  a fuerza de voluntad y “pantalones”, esa otra arma secreta que tiene el deportista de esta Isla.

El boxeo hizo lo que nos tiene acostumbrados, y ganó el torneo olímpico. De ocho púgiles, cuatro regresaron con medallas doradas, una plata y otro bronce. El “doctor Julio César la Cruz hizo historia en Tokio, porque ante la impotencia de un púgil desertor de Cuba  que defendió los colores de España, y que prometió al mundo “arrancar cabezas” y gritar sobre el entarimado de las doce cuerdas Patria y Vida se impuso la clase magistral de boxeo de Julio César, y el grito de guerra de los cubanos: “Patria o Muerte, Venceremos”.

Y vencimos, porque a Julio César de la Cruz se le unieron los dobles campeones olímpicos Roniel Iglesias y Arlen López, así como el cierre dorado de la última jornada de Andy Cruz. La lucha nos dio el alegrón de Luis Orta, gladiador que abrió el camino al gran Mijaín, en un deporte de llaves y takles que se convierte en el segundo deporte que más medallas de oro le ha aportado a Cuba en Juegos Olímpicos, con un total de 11, sólo superado por el boxeo, que tiene 41.

Mijaín, único humano con cuatro preseas dorada entre los cinco aros y la judoca Idalys Ortiz, multimedallista en citas olímpicas
Mijaín, único humano con cuatro preseas dorada entre los cinco aros y la judoca Idalys Ortiz, multimedallista en citas olímpicas

El tirador Leuris Pupo y la judoca Idalys Ortiz escribieron otra página de constancia con esas dos plata repletas de simbolismo debido a los tremendos escollos resultantes del bloqueo. Pupo en sólo pudo entrenar con balas, en los últimos dos meses de preparación en España, déficit a la larga le pasó la cuenta también a la espirituana Eglys de la Cruz Farfán, medallista de bronce en Beijing 2008. En Tokio, Eglys igualó la marca de la judoca Driulis González, al intervenir en sus cuartos Juegos Olímpicos, mientras el entrenador de triple salto de Trinidad, Yoelbis Quesada participaba en su quinta cita estival, cuatro como deportista con un bronce en Atlanta 1996.

Este décimocuarto lugar olímpico no nos puede nublar la vista ni pensar que vamos por el camino correcto. Al atletismo, hay que elogiarlo por las preseas de plata y bronce de los triplistas Juan Miguel Echevarría y Maikel Massó, así como la discóbola Yaimé Pérez,  y la cuatrocentista Roxana Gómez, que clasificó a la gran final, igualando la hazaña de la “Gacela” de las pistas de Jatibonico, Aurelia Yeya Pentón. Pero, hay que analizar seriamente las lesiones de tres de sus integrantes, si fue debido a deficiencias en la dosificación o escasez de sus entrenamientos, amén de la descoordinación de otros.

Cerró una épica batalla, donde Cuba demostró la valía del sistema deportivo de nuestra isla, pero habrá que analizar críticamente otros deportes y atletas que pudieron llegar, y no lo hicieron, así como por la crisis total que atraviesan los deportes colectivos en este país. Como descomunal se puede calificar el lugar 14 por países; París 2024 ya comienza su andar en busca del estrellato olímpico.