Por: Alipio Martínez Romero.
Grisel Polo Bringas, es una de esas federadas y cederistas trinitarias agradecidas del esfuerzo del Gobierno revolucionario y de los científicos que en las condiciones difíciles por los cuales transita el país frente a la COVID-19 y el férreo bloqueo de los Estados Unidos, crearon la vacuna Abdala para proteger la salud y la vida de los ciudadanos.
La también trabajadora de la Empresa Nacional de Cigarros Juan D Mata Reyes, al recibir en su brazo la tercera dosis del esquema previsto de la campaña de vacunación masiva, manifiesta que junto a sus compañeros de labor y demás obreros del municipio están mejor protegidos y más seguros para producir y seguir adelante poniéndole el corazón a Cuba.
De acuerdo con la doctora Marilexis Barrios Cepeda y la enfermera Magalys Pentón Salabarria, del Consultorio Médico 1 del Policlínico Dos Celia Sánchez Manduley de esta ciudad, la vacunada Polo Bringas integra el universo de los más de 900 vecinos a los cuales se administra el primer fármaco latinoamericano anticoronaviris .
Para garantizar la eficacia de ese noble empeño cubano por la vida colaboran los jóvenes Frank Rodríguez Hernández, estudiante del quinto año de la carrera de medicina, por la Dirección Municipal de Deportes Yoandris Ramos Valmaceda y Yoesnel Liriano Gonzalez, además de Rocío y Rosa Esther, las cuales cursan la especialidad de enfermería.
También apuestan por el éxito de ese proceso en el emblemático barrio de “La barranca “del Consejo Popular Monumento autoridades del Gobierno y de la Oficina del Conservador y el Valle de los Ingenios.
Los especialistas y directivos de esa entidad están encargados de mantener los valores patrimoniales del sitio histórico de Las Tres Cruces, cuyos símbolos de la religión católica fueron erigidas en 1826, y las cuales se relacionan con la historia de las celebraciones de la Semana Santa en la tercera villa de Cuba.