Por: Alipio Martínez Romero
Su entrañable presencia entre nosotros, con su sombrero alón, su alegre sonrisa dibujada en los labios junto a Fidel, al Che y Raúl Castro, y su imagen en la Revolución cubanísima como él calificó al proyecto social del Ejército Rebelde, Camilo Cienfuegos pervive en el pueblo trinitario.
Así se ejemplificó en la solemne ceremonia de homenaje efectuada sobre el puente del Río Guaurabo en el aniversario 62 de su desaparición física al retorno desde Camaguey a La Habana, tras cumplir la misión encomendada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de quien nos legó que, contra él, ni en la pelota, al considerarlo nuestro indiscutible líder.
Aunque el panorama epidemiológico de Trinidad y de todo el país, este año al igual que el precedente no permitió efectuar la habitual peregrinación masiva, un reducido grupo de compañeros trasladados en dos ómnibus hacia el referido afluente representaron a los sureños para depositar en sus aguas la tradicional “Flor para Camilo”.
Presidieron el tributo los primeros secretarios de los Comités Municipales del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas Denis Díaz Peláez y Abran Sánchez González, respectivamente, el vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular Pedro Oslides Iznaga Muñoz y el Intendente del territorio Juan Rodríguez Arteaga, además de directivos de algunas entidades y de las organizaciones de masas.
La integrante de la Unión de Historiadores de Cuba y presidenta de la Filial de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en Trinidad Bárbara Venega Arboláez, compartió aspectos sobre la vida y obra del “Héroe de Yaguajay”, de quien dijo constituye la ética de la Revolución.