William Ramírez, el joven delegado de Manaca

William Ramírez, el delegado más joven de la Asamblea del Poder Popular en Trinidad, asegura que es necesario prepararse a profundidad para dar una respuesta al pueblo. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
William Ramírez, el delegado más joven de la Asamblea del Poder Popular en Trinidad, asegura que es necesario prepararse a profundidad para dar una respuesta al pueblo. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

Mientras en Trinidad prosigue el proceso de rendición de cuenta del Delegado ante sus electores, un joven representante del pueblo en la zona rural de Manaca-Iznaga, narra sus experiencias

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Cuando lo eligieron como delegado de la circunscripción 72 y luego presidente del consejo popular Manaca Iznaga, en el municipio de Trinidad, William Yasmani Ramírez Balmaceda decidió no defraudar a sus vecinos y encontrar el secreto para ser un genuino representante del pueblo.

Lo hizo con humildad y un sentido de compromiso que le ha ganado el afecto entre los habitantes de la comunidad que atesora la esbelta torre guardiana del Valle de los Ingenios y de las leyendas con olor a caña, amores y desengaños, pero con dolor esclavo, además.

Con 30 años, el delegado más joven de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Trinidad de Cubay miembro también del Ministerio del Interior, escucha, dialoga con sus electores, convence y moviliza.

“Al principio no tenía ninguna experiencia, pero me propuse hacerlo con mucha responsabilidad. Como delegado tuve la posibilidad de enfrentarme a muchas problemáticas y tratar de darles solución porque la misión más sagrada es servirle al pueblo.

“Fue difícil al comienzo y después muy gratificante porque comprendimos que con nuestra gestión se puede resolver un problema de vivienda o tocar a la puerta de una familia vulnerable y conseguir ayuda económica o una disfuncional y lograr que hoy sus miembros estén incorporados a la sociedad.”

¿Y cuando no has podido resolver un problema a un elector?

Al pueblo siempre hay que hablarle claro, hablarle de frente y con transparencia. Ante un reclamo no podemos cruzarnos de brazos, hay que tramitar el planteamiento, buscar alternativas, llevarlo hasta la dirección dela Asamblea y si no tiene solución explicarlo con argumentos. Nosotros somos el contacto directo del pueblo con la dirección del país y no podemos fallarle.

¿Cómo ha sido el intercambio con los administrativos?

En ocasiones se torna complejo, por la situación económica que atraviesa el país ytambién las limitaciones que enfrentan las empresas y los administrativos, pero siempre hay que insistir y buscar los medios para resolver los problemas.

Es verdad que en ocasiones hay morosidad con la solución de un planteamiento, tenemos falta de compromiso, hay cosas que se pueden resolver con mucha más prontitud si los directivos van al terreno y nosotros también.

¿Cuál ha sido el desafío mayor que has logrado darle respuesta o no has podido?

A inicios de mi primer mandato en el año 2018, el acueducto de la comunidad no se podía utilizar desde hacía dos años por roturas de la bomba y del pozo. En seis meses se logró resolver el problema y a partir de ese momento el pueblo confió en nuestra gestión como delegados y se les dio solución a otros reclamos. Todavía hay muchas cosas que resolver, tanto por trabajo comunitario, como por intervención de las empresas.

¿Siempre encontraste apoyo o alguna vez hubo resistencia?

Para nada, siempre encontré mucho apoyo desde la comunidad, de las personas con experiencia en el Consejo Popular e incluso desde la dirección de la Asamblea. En esa etapa fueron muchas horas de preparación, dedicarme al estudio de los reglamentos y las leyes porque para darle una respuesta al pueblo hay que estar preparados.

Y nosotros los jóvenes debemos sumarnos a estar tareas, defender nuestras ideas y contribuir con el proyecto de nación que deseamos. Lo hago desde mi posición como delegado, como miembro del Ministerio del Interior y como cubanos para arle continuidad a la obra de la Revolución.