El 2022 resultó una etapa de grandes complejidades en el ámbito nacional, que tuvo impactos desfavorables en el comportamiento de la economía en el sureño territorio
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Por: Ana Martha Panadés
Diversos resultaron los desafíos a los que se enfrentaron los trinitarios durante los últimos doce meses. Las complejidades en el escenario nacional coartaron también no pocos propósitos a escala local. Trinidad no escapó a los embates del 2022, pero tampoco a acontecimientos que devolvieron la esperanza a todos los cubanos.
Entre ellos, la victoria contra la COVID-19 gracias a la consagración y talento de los científicos, del personal de la Salud y de muchas personas que desde sus responsabilidades se sumaron primero a la atención de los pacientes y luego a la campaña de inmunización masiva con nuestras propias vacunas.
Vale entonces celebrar la vida en este año que dejamos atrás y también las lecciones en cuanto a la urgencia de identificar las potencialidades del territorio en función de reactivar la economía en función de incrementar la oferta de bienes y servicios para dar respuesta a las necesidades de la población, el mayor reto con el que llega Trinidad al 2023.
El comportamiento de los indicadoreseconómicos durante el 2022 tiene un saldo desfavorable. Las ventas netas cerraron casi a un 95 por ciento; a ello se añaden el desabastecimiento de productos de primera necesidad, un estado inflacionario alto con un impacto negativo en la subida de los precios, así como el incumplimiento de entidades locales, como las Empresas de Restauración y Conservación de Monumentos, Agroforestal Trinidad, Construcción y Transporte, que arrastran una situación financiera desfavorable.
Este retroceso se debe entre otras causas al incremento de los precios, la falta de insumos y materias primas, las limitaciones con el combustible y la contingencia energética que impactó de manera particular en la población agobiada por los apagones.
Inciden a su vez debilidades en el desempeño de las estructuras administrativas en la planificación, organización del trabajo y en la búsqueda de alternativas ante el déficit de materiales.
Pese a las medidas aprobadas por el país hace más de un año para desatar viejas ataduras, otorgar mayores facultades al sistema empresarial y lograr más eficiencia y organización, en este municipio persisten trabas que frenan el avance de los proyectos de desarrollo local. De 64 en cartera, solo 18 están aprobados. Se impone entonces complementar todas las actividades económicas y avanzar así es una misma dirección.
En la etapa- y pese a las restricciones económicas- se destinaron alrededor de 18 millones de pesos a la reanimación de comunidades vulnerables. Estas acciones beneficiaron a los pobladores de los asentamientos de La Pastora y Casilda, entre otros, que agradecen la mejora de viviendas, centros sociales, parques y algunos viales.
El sector de la Educación asumió el reajuste de las etapas lectivas y garantizó el proceso docente educativo, al tiempo que trabaja, con el apoyo financiero, de recursos y de fuerza de trabajo, en la reparación de su red escolar, una de las más deterioradas de la provincia.
Entre tanto, la Salud Pública enfrentó las carencias de insumos y medicamentos, pero aseguró todos los servicios mientras avanza la ejecución de obras con un impacto extraordinario como la Sala de Hemodiálisis y la mejora de consultorios y otras áreas.
El Turismo confirmó su peso en la economía del municipio y no detiene la reanimación de sus indicadores en cuanto a ingresos y arribo de vacacionistas al superar las cifras previstas. Asimismo, prosiguen las mejoras de la planta hotelera y extrahotelera y las inversiones en este destino, uno de los más atractivos de la isla.
La cultura retomó su programa de actividades, aunque se extrañó en el año que concluye la realización de eventos de realce y de gran convocatoria. En la etapa tuvo lugar la realización del Vigésimo Seminario Iberoamericano de Arquitectura y Construcción con Tierra, Siacot, organizado por la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios y que reunió en la villa a expertos de varias naciones con talleres prácticos en la comunidad de San Pedro.
El 2022 deja como experiencias el imperativo de identificar nuestras reservas y emplearlas con creatividad, aprovechar las posibilidades de los encadenamientos productivos y complementar entre unos y otros el avance de la economía, como sinónimo de bienestar para el año que apenas se inicia.