Miguel Gerónimo Gutiérrez, Periodista y Mayor General del Ejército libertador

Por: Rafael Novoa Pupo

Miguel Gerónimo Gutiérrez Hurtado de Mendoza, nació en Santa Clara el 15 de junio de 1822. Estudió en el colegio de los Padres de “San Francisco de Asís” donde se destacó, como alumno aventajado y con facilidades para las letras. Desde muy joven colaboraba con el periódico El Eco de Villa clara. A los 22 años ya escribía versos de mucha calidad literaria, y fue reconocido públicamente a través de la prensa de la época. Sus trabajos aparecieron en diferentes publicaciones como La Alborada fundado en 1856, La Guirnalda Literaria (1856), El Central (1860), El Alba (1862), La Época, este último fundado por Eduardo Machado Gómez y que vio la luz hasta que fue clausurado por las autoridades españolas por la posición reformista que manifestaba.

Miguel Gerónimo Gutiérrez estudió la carrera de Agrimensura en La Habana, su título aparece registrado en un acta del Cabildo de Santa Clara. Contrajo matrimonio el 3 de junio de 1849 con la joven Ángela Quirós Blanco, del cual nació una numerosa prole compuesta por nueve hijos: Daniel, Filomena, Manuel, Luis, Benjamín, Rafael, Teresa, Ángela y Juan Bautista Gutiérrez Quirós.

Además de su actividad intelectual como colaborador en la prensa local, Miguel era invitado con frecuencia a pronunciar discursos en diferentes actos de homenajes de recordación a personalidades como los ofrecidos a la memoria de los maestros Nicolasa Pedraza y Eligio Eulogio Capiró, de los cuales quedó constancia entre los documentos del patriota. A pesar de ser una persona callada, hablaba solamente cuando era necesario y lo hacía de forma pausada, según opiniones de aquellos que lo conocieron personalmente.

Otra de sus actividades socioculturales fueron las tertulias en su casa y en la farmacia “La Salud” de Juan Nicolás del Cristo. También ocupó la presidencia de la Directiva del Liceo. Como poeta dejó una producción bastante amplia de sus poesías.

Las reuniones y tertulias de la Farmacia la Salud, devinieron organización de la Junta Revolucionaria como la única salida de los cubanos reformistas que fracasaron después de la Junta de Información. La organización independentista fue presidida por Miguel Gerónimo Gutiérrez quien en compañía de Antonio Lorda, Tranquilino Valdés, Juan Nicolás del Cristo, Eduardo Machado y otros, organizó el alzamiento de los villaclareños en San Gil. Partido de Maleza, el día 6 de febrero de 1869, y al día siguiente, en la finca El Cafetal, de José González, cerca de Manicaragua, donde se reunieron todas las tropas de distintas regiones de la provincia de Las Villas como Santa Clara, Remedios, Sagua; Sancti Spíritus, Cienfuegos y Trinidad, para dar inicio así a la guerra en la región central del país.

Este alzamiento que se realizó en condiciones inapropiadas, debido a que un telegrafista amigo de Antonio Lorda le hizo saber que el mando militar de Santa Clara solicitó licencia al mando supremo en La Habana para hacer prisioneros a Miguel Gerónimo Gutiérrez, Machado y demás sospechosos, por lo que tuvieron que adelantar el alzamiento el 2 de febrero con las pocas armas que poseían, las que llegaron a ser inferiores al número de hombres que se alzaron.

En los primeros combates predominó la valentía de los cubanos ante la superioridad en armas de los españoles. La situación se iba haciendo cada vez más difícil por la falta de recursos para continuar la lucha, lo que determinó que el alto mando en esta zona buscara una solución, debatiendo dos propuestas: una encabezada por Miguel Gerónimo Gutiérrez de trasladarse a Camagüey, pertrecharse de armas y regresar después al territorio villaclareño para continuar la lucha y otra la de Eduardo Machado de avanzar hacia Occidente. Predominó la idea de Miguel Gerónimo Gutiérrez, además debían asistir a la Asamblea de Guáimaro por lo que se dirigieron hacia esa zona, y en este territorio quedaron pequeñas partidas que mantuvieron enfrentamientos con las fuerzas españolas.

Miguel Gerónimo Gutiérrez, fue designado presidente de la Junta de Gobierno y en la Constitución de Guáimaro, lo designaron vicepresidente de la Cámara de Representantes, cargo que desempeñó con mucho sentido del deber, patriotismo y responsabilidad.

En 1871, pidió autorización a la Cámara para que se le permitiera marchar a Occidente para visitar los campamentos. Acompañado de su hijo Daniel y una pequeña escolta, lograron pasar la trocha de Júcaro a Morón que los españoles había establecido para evitar que pasara la guerra para el occidente. Pasaron a Purgatorio en Monte Oscuro en Sancti Spíritus, a poca distancia del lugar donde había caído Arcadio García.

El 20 de abril a media noche, la casa donde acampaban fue asaltada por una guerrilla enemiga, cuando los patriotas, vencidos por la fatiga, y confiados en lo retirado de la ranchería, dormían. En el ataque cayeron Miguel Gerónimo Gutiérrez, el comandante Velasco, y otros.

Una descarga cerrada envolvió todo el cuadro, y los patriotas, sorprendidos, se esforzaron por escapar, cayendo, la mayor parte de ellos, en la contienda. Mientras Daniel se escapaba, Miguel Gerónimo caía herido y fue hecho prisionero, exhausto de fuerzas y debilitado por la sangre que vertía de su herida. Luego es colocado con su cuerpo atravesado sobre un caballo, con la cabeza colgando, aún con vida, emprendieron la marcha a través de estrechas veredas, a tal punto que su cabeza rebotaba de tronco en tronco de roca en roca, y por sus labios moribundos, por donde se le escapaba la vida, pedía que alguien terminara sus sufrimientos, poniendo fin a su existencia

Sobre la muerte de Gutiérrez Eduardo Machado dice en su Autobiografía:

Miguel Jerónimo Gutiérrez también fue asesinado horriblemente por los españoles el 20 de abril de 1871 en la casa de Miguel Cañizares, gobernador de Sancti Spíritus, montes del Purgatorio (SS), Juan Castellón fue quien los entregó, llevando la tropa que lo asesinó. Tres días después el coronel Fernando López Queralta hizo matar a Castellón, mientras se hallaba en casa de una Mariquita Pérez”

Según otro relato, falleció “atravesado moribundo en una mula, su cabeza tambaleando despedazándose contra los árboles, la barba espesa y la cabellera enredada entre los bejucos del camino, la piel de su hermoso rostro desgarrada por las espinas de los zarzales: un disparo puso fin a su sufrimiento horrible”

Parece que se le dio sepultura en el camino hacia Sancti Spíritus, obedeciendo órdenes del jefe militar del Departamento, brigadier Francisco de Acosta Albear, que estaba emparentado con la familia de Gutiérrez y quiso evitar que se exhibiera el cadáver en Sancti Spíritus. El lugar donde fue enterrado no ha podido nunca determinarse.

La idea de erigir un monumento a Miguel Gerónimo Gutiérrez estuvo presente desde las primeras décadas del siglo XX y quien mantuvo firme la propuesta fue el concejal Enrique del Cañal. No fue hasta el 14 de octubre de 1915 que se aprobó por unanimidad en el Consejo Provincial. En este primer momento el Concejero Luis A. García logró un crédito de 2 000 pesos. En un segundo momento logró que se aprobara otro estatuto fechado 7 de abril de 1917 con 1000 pesos más, y por último el 26 de septiembre de 1918 solicitó otro crédito de 1 800.

El 3 de septiembre de 1917, el Ayuntamiento de la ciudad acordó el emplazamiento del Monumento en la plaza de la iglesia la Pastora y luego el 5 de octubre hubo otra reunión para el mismo asunto en la Cámara Provincial con la asistencia de todos los implicados en la construcción del monumento y a lo que sumaron otros invitados para formar parte de las dos Comisiones que se formaron la de Hacienda y la de Propaganda.

El acto de colocación de la primera piedra para iniciar la construcción de la base al Monumento fue realizado el 10 de octubre de 1917.  Estuvieron presentes familiares de Miguel Gerónimo Gutiérrez, los miembros de las Comisiones  y autoridades locales, lanzaron la primera paletada de tierra el Gobernador Provincial y Presidente de la Comisión Gestora y el Alcalde municipal y vicepresidente primero de la Comisión, después  colocó la caja de plomo, como era costumbre en aquella época, donde encerraron  varios ejemplares de periódicos locales, monedas del país y una copia del acta firmada por todos los miembros de las diferentes Comisiones.

La estatua de Miguel Gerónimo Gutiérrez fue esculpida con mármol blanco de Carrara de primera clase. Pesa 27 500 kilos y mide desde los pies hasta la cabeza 2,35 mts. El Monumento mide 6,25 mts. de frente, 5, 65 mts. de costado; 9,85 de altura total. Su construcción demoró 18 meses por el escultor italiano UGO LUISI representado por José Pennino quien realizó todos los contratos con la Comisión Gestora, en Santa Clara.

El precio total de los gastos ocasionados fue de 7 202, 09 pesos en moneda nacional de los cuales 3 341,70 fueron recaudado en colecta pública por un extenso listado de personas y entidades que aportaron.

El 20 de mayo de 1919 fue develado en un gran acto solemne con la presencia de hijos, nietos y biznietos y otros familiares de Miguel Gerónimo Gutiérrez que acudieron desde Sagua la Grande y Cárdenas, donde residían. También estuvo presente el General Gerardo Machado y el sacerdote Padre Ángel Tudurí quien bendijo el monumento, funcionarios del gobierno provincial y municipal, intelectuales, la prensa y representantes de Sociedades, así como el pueblo en general.

En el libro Los poetas de la Guerra, donde se compilan los poemas relacionados con la Guerra de los Diez Años, cuyo prólogo le correspondió a José Martí, se incluyen las obras de Miguel Gerónimo Gutiérrez.

Con información del Portal del ciudadano en Villa Clara y Ecured