Mujeres trinitarias evocan memorias como antiguas dirigentes de la FMC

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez.

Mujeres de Trinidad hoy comparten sus recuerdos, la pasión de aquellos años fundacionales en los que la mujer se enroló en las más diversas tareas, desde desafiar a los padres para ir a alfabetizar, aprender oficios, participar en labores agrícolas hasta convencer a la familia de cuánto se necesitaba de su empeño en la obra por edificar: la Revolución cubana.

Mirtha Colina expresa que para ella la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) significa su propia formación como persona, pues comenzó muy joven. Tenía entonces 20 años y se desempeñó como Organizadora de la FMC en la antigua Región Escambray de la provincia de Las Villas. A partir de ahí se fue fogueando en todas las tareas revolucionarias del momento, muchas de ellas llamadas “de choque”, como incorporar a las mujeres al trabajo y al estudio, y a la propia FMC.

Algunas de esas trinitarias reviven anécdotas que acortan la distancia del pasado, como Miriam Salinas, para quien las mujeres siempre respondieron muy bien al llamado de las tareas que se les asignaban.

Muchas de ellas desandaron el lomerío agrupadas en la brigada Las Marianas, nombrada así en honor de la intrépida Mariana Grajales, la Madre de la Patria, madre de Los Maceo, y estuvieron en un campo de batalla singular: la cosecha de café, la siembra de alimentos, o la zafra azucarera, tareas rudas que, además, les exigieron estar todo el día ocupadas, sin desatender a sus familias, cuestión que conseguían robándole horas al sueño, al poco tiempo de descanso.

La memoria se desgrana, como la de Juana Bernal Sánchez, una de las Marianas, quien dio su aporte en Sagua la Grande, actual provincia de Villa Clara, donde cortaban caña quemada, y “por las tardes, cuando salíamos del cañaveral, éramos unas negritas prietas, llenas de tizne, pero eso es lo que había que hacer en aquel momento”_recuerda.

Martha Nieblas Izquierdo, ex Secretaria General de la FMC en Trinidad, recuerda cuán bueno era el equipo de trabajo de la del municipio, con el cual visitaban a menudo las zonas campesinas, incluidas las más intrincadas como Polo Viejo.

Recuerda asimismo cómo tenían organizadas las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, y a través de encuentros con las féminas, conocían de sus preocupaciones con especialistas de la Salud Pública.

Rosario Ruiz, otra de esas mujeres imprescindibles en la historia de la FMC en Trinidad, considera que esta organización ocupa un lugar muy importante en la historia de las mujeres cubanas. Así ella lo ha vivido y guarda muchas experiencias, a la par que lucha por transmitir a las más jóvenes qué significa esta organización, por qué surgió, y todo lo que se ha conseguido.

Eloísa Núñez, al frente de la FMC en Trinidad por un buen tiempo, es de quienes afirma que la organización hay que revitalizarla, educando a las muchachas que ingresan. Se considera formada por una generación de la cual mucho aprendió, todavía viva y a la cual les deben mucho, como a la propia Vilma Espín Guillois, la eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas.

2 respuestas a «Mujeres trinitarias evocan memorias como antiguas dirigentes de la FMC»

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