Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
La vida doméstica en tiempos de la colonia y en pleno ambiente rural, constituye el principal atractivo del más reciente producto turístico que se comercializa en Trinidad, al centro sur de Cuba: la hacienda Guachinango, zona que se añade a las propuestas de la propia ciudad y su Valle de los Ingenios, ubicados entre los destinos más visitados de la Isla y declarados por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
ARTÍCULOS RELACIONADOS
Bien posicionado en Tripadvisor hotel Memories Trinidad del Mar Trinidad: se acerca Evento de Turismo de Naturaleza, TURNAT 2019 Salto del Caburní en Topes de Collantes, Trinidad: reliquia natural cubana Industria turística en Trinidad confirma sus potencialidades para los próximos años Festejó su cumpleaños 44 hotel Costasur de Trinidad
OTRAS NOTICIAS DE TRINIDAD
Educadores de Trinidad de Cuba se preparan para iniciar en breve nuevo curso escolar Discoteca Ayala, excepcionalidad del destino turístico Trinidad de Cuba Hotel Costasur de Trinidad de Cuba, a la vera del Caribe Ultiman detalles en ESBU Julio Sotolongo de Trinidad para su reapertura el 2 de septiembre Examinan en Trinidad medidas de la Defensa Civil para proteger la vida y la economía
En este inmueble se ejecutaron acciones constructivas como la reparación de paredes y cubiertas, el enchape de pisos y adecuación de espacios, pero también labores catalogadas como obras de arte, entre las que figuran la decoración de las tres habitaciones y sus baños, además de la restauración de las pinturas murales de esta casona, cuyo origen se remonta al año 1806.
La hacienda Guachinango fue sometida a una reparación capital a un costo de 2,8 millones de pesos en moneda total, que permitió la recreación de todo el ambiente campesino y la inserción de nuevas, según precisó Gilder Eduardo Fuentes Oramas, administrador del complejo turístico Valle de los Ingenios, perteneciente al Grupo Extrahotelero Palmares.
El directivo consideró que esta es una opción muy atractiva, que frece montas a caballo, baños en el río, senderismos, visitas a las plantaciones cañeras, así como a los campesinos que se dedican a la agricultura y viven en zonas aledañas, donde los huéspedes pueden apreciar las características de la vida campestre.