El campismo popular es una opción recreativa para todo el año. Por eso, aunque terminaron las actividades de la etapa vacacional veraniega, sigue siendo válido tenerlo presente.
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Cualquier época del año es ideal para disfrutar del campismo popular. Trinidad tiene en Manacal una de las instalaciones de mayor demanda de este sector, capaz de satisfacer expectativas de las grandes mayorías. Cierto es que en verano es cuando más se agradece un chapuzón en el río; pero fuera de la etapa estival, también hay quienes disfrutan de sus vacaciones. Para ellos, continúa laborando este centro, igual que lo hacen otros de nuestra provincia espirituana y de otras partes del país…
La llamada “temporada alta” del campismo, la veraniega, finalizó en nuestra provincia. Miles de personas de todas las edades disfrutaron de sus bondades. Ello se explica porque muchos centros, además de sus actividades al interior de la instalación, organizan excursiones a sitios de interés histórico y cultural. La cercanía de las playas Ancón, María Aguilar y La Boca, así como los atractivos de la ciudad de Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad, recientemente declarada Ciudad Artesanal del Mundo, y ahora optando por la condición de Ciudad Gastronómica del orbe, hacen de Manacal un lugar de especial interés…
Cuando el sol más calienta, se agradecen los baños en el río, las excursiones por sitios históricos, o paseos a caballo… Pero ya próximos al fin del año, también hay oportunidades para visitar estos centros en familia, o con un grupo de amigos. Incluso, hacer proyecciones para esa etapa tan bonita en que queremos celebrar en familia, despedir un año y recibir el otro con alegría y puro sabor cubano.
El campismo siempre tuvo y tendrá a los jóvenes entre sus mejores seguidores. Organizados en grupos, promovidos por la FEEM o la FEU, muchachas y muchachos trazan sus planes y con el apoyo familiar, y de algunos adultos que con gusto se incorporan a la aventura, disfrutan de una feliz estancia, siempre que asuman las necesarias medidas de seguridad.
Ya insertado plenamente dentro del sistema de turismo, el campismo reorienta sus opciones, introduce las casas de campaña para darle un toque más juvenil, y mejora el confort de las cabañas ya existentes, e incorpora la modalidad de pasadía, de buena aceptación.
Asimismo, busca alternativas para, sin encarecer los servicios, tener una gastronomía de buen nivel, agua potable, comunicaciones telefónicas y hasta salas de navegación de internet. A ellas se unen las tiendas para comprar productos en moneda libremente convertible, las salas de lectura y las de televisión. En fin, el campismo sigue siendo, rumbo a fines de año, una posibilidad para descansar, desconectar, y pasarla bien…