Trinidad de Cuba, seis días sin nuevos casos confirmados de la COVID-19

Por: José Rafael Gómez Reguera

Puede parecer algo ingenuo, pero no lo es. Contar los días que Trinidad lleva sin nuevos casos confirmados como positivos del coronavirus causante de la COVID-19 es una buena noticia. Sin lugar a dudas. Puede alejar, un poco, los temores ante un enemigo peligroso, invi9sible, altamente letal. Pero tampoco puede inducirnos al descuido ni a resquebrajar las medidas para contener la enfermedad. Todavía hay municipios espirituanos que reportan positivos. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (XI) (XII)

De acuerdo con el parte oficial emitido por el Ministerio de Salud Pública de la Isla, Trinidad no reportó ningún caso positivo al cierre de las 12 de la noche de este miércoles 11 de noviembre. Tampoco hay casos reportados como graves ni críticos, como sí ha sucedido en jornadas precedentes.

Pero es una peligrosísima enfermedad que ha puesto en vilo a la Tercera Villa de Cuba desde el pasado mes de marzo, cuando en la ciudad fueron detectados los tres primeros casos del nuevo coronavirus en el país, tres turistas que estaban alojados en un hostal de la localidad. A ellos les siguió otra ciudadana, esta vez una trinitaria contacto de uno de los turistas, la cual se recuperó con prontitud.

Sin embargo, esta época es muy compleja para Trinidad, por esa conjunción de la COVID-19, siempre acechando al menor descuido; las lluvias ocasionadas por la Tormenta Tropical Eta, que ha dejado bajo las lluvias a numerosos poblados rurales y zonas de cultivo, y el peligro que  representan las aguas estancadas para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, causante de numerosas enfermedades, entre ellas el dengue.

Las autoridades locales han sido claras: hay que protegerse, cumplir las medidas higiénico-sanitarias dispuestas por el Consejo de Defensa Municipal. Es la única manera de comenzar a recuperar la economía, la vida social, regresar4 a nuestros niños, adolescentes y jóvenes al curso escolar… Solo así nos encaminaremos hacia la “nueva normalidad”.

Sancti Spíritus reportó al cierre de la jornada precedente ocho casos positivos, dos (2) del municipio de Cabaiguán y seis (6) del municipio cabecera (Sancti Spíritus).

RELACIÓN DE CASOS POSITIVOS INFORMADOS EN NOVIEMBRE DE 2020 EN TRINIDAD

Domingo 1º de noviembre (dos casos):

Ciudadano cubano de 24 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 16 contactos.

Ciudadano cubano de 24 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 10 contactos.

Lunes 2 de noviembre (sin casos nuevos; un fallecido)

Martes 3 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)

Miércoles 4 de noviembre (1 caso):

Ciudadano cubano de 58 años de edad. Reside en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado. Se mantienen en vigilancia: 15 contactos.

Jueves 5 de noviembre (1 caso):

Ciudadana cubana de 21 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 12 contactos.

Viernes 6 de noviembre (2 casos):

Ciudadana cubana de 48 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 11 contactos.

Ciudadano cubano de 42 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 13 contactos.

Sábado 7 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)

Domingo 8 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)

Lunes 9 de noviembre (sin casos confirmados)

Martes 10 de noviembre (sin casos confirmados)

Miércoles 11 de noviembre (sin casos confirmados)

Jueves 12 de noviembre (sin casos confirmados)

En sentido general, subsiste preocupación en esta zona del centro sur de Cuba, pues a pesar de las medidas restrictivas, que incluyen el aislamiento de personas contactos de casos confirmados, y de personas sospechosas, no se ha podido mantener en cero los casos confirmados durante muchos días. Solo hemos conseguido algunas pausas pequeñas y que mostraron un mes de octubre bastante complejo en el manejo del SARS-CoV-2, y características similares en los pocos días que van de noviembre.

Cuando ya se suponía que estuviéramos en la fase recuperativa y, desde luego, ello podría estar significando ya el renacer de no pocas actividades socioeconómicas, tanto estatales como privadas, con alta primacía para el ámbito de la cultura y el turismo, no ha sido así. Incluso, el reinicio de las actividades docentes para concluir lo que resta del curso 2019-2020 y comenzar el 2020-2021, tal como ha acontecido en la mayor parte de las provincias cubanas y en el Municipio Especial Isla de la Juventud.

Octubre fue un mes muy peligroso, razón por la cual ha sido obligatorio mantener las medidas higiénico-sanitarias dispuestas por el Consejo de Defensa Municipal en correspondencia con lo que acontece día a día.

Como elementos positivos, afortunadamente pasaron a hacer vida normal algunas zonas que estaban en etapa de restricción de movimiento, a consecuencia de situaciones que se han dado en el territorio, y que demuestran, una vez más, que nadie puede descuidarse y poner en peligro la salud y hasta la propia vida de sus conciudadanos. Otras áreas se mantienen en vigilancia epidemiológica.

Trinidad ha vivido una etapa de rebrotes del SARS-CoV-2, el primero de ellos con epicentro en el hotel Village Costasur, de la zona de María Aguilar, en la península de Ancón, ocasionado por turistas nacionales procedentes de la provincia de Ciego de Ávila allí alojados. El centro tuvo que ser declarado en cuarentena y el Grupo Temporal nacional para el Control del nuevo coronavirus, encabezado por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, decidió establecer un primer evento de transmisión local, que costó trabajo controlar.

Con posterioridad se detectaron otros casos positivos en choferes de Trinidad, trabajadores de la Agencia Taxis Cuba, quienes prestaban servicio en la dirección de Salud Pública del municipio Sancti Spíritus. Este evento ha seguido aportando nuevos casos, aunque fuerte se ha trabajado en el control de personas contactos de los casos positivos y de los sospechosos.

Más cerca en el tiempo, fue confirmado como positivo un paciente ingresado en el Hospital General Docente Doctor Tomás Carrera Galiano.

Durante todos estos últimos meses, se ha mantenido fuerte la labor de los Servicios Comunales, en la limpieza e higienización de zonas urbanas y rurales, con énfasis en cuanto acontece en la Ciudad Museo del Caribe. Se ha recalcado que los trabajadores de este sector asumen las medidas de seguridad y protección inherentes a su importante actividad.

En paralelo, las unidades de la gastronomía popular dejaron de recibir clientes y comenzaron a elaborar alimentos solo para llevar, como mismo ha sucedido con la venta de helados en el Coppelia Fresa y Chocolate de la ciudad; en tanto en las zonas de restricción se ha mantenido allí mismo la venta de la cuota de pan normado mediante el esfuerzo de trabajadores de ese sector (Industria Alimentaria).

Adicionalmente, la Empresa de Comercio y Gastronomía mantuvo en Trinidad la venta de ofertas de centros gastronómicos para los residentes en las 6 zonas de restricción de movilidad que existían hasta hace poco en el territorio por el rebrote de la COVID-19.

Se mantienen las medidas de control, y resulta imprescindible mantener la disciplina, el distanciamiento físico, la desinfección de las manos y del calzado (pasos podálicos), y el uso obligatorio del nasobuco siempre que se esté fuera del hogar.

Los centros de la Salud Pública, por su parte, han establecido medidas más férreas con respecto a los pacientes ingresados y sus acompañantes. De igual manera, se desinfectan manos y calzado de pacientes que acuden a los cuerpos de guardia de los policlínicos comunitarios que son derivados hacia ellos desde el Hospital General.

En los policlínicos del territorio, se mantienen las consultas esenciales, observando las medidas de bioseguridad para pacientes, médicos, enfermeras y demás trabajadores y técnicos de la Salud Pública, que no0 solo usan nasobucos, sino también guantes, sobrebatas y caretas transparentes. Otras consultas se han detenido por el momento, en atención a la necesaria bioseguridad que ha de observarse ante la pandemia.

El penúltimo mes del año tampoco nos ha devuelto la tranquilidad que todos necesitamos para dedicarnos, bajo la llamada “nueva normalidad”, a las actividades cotidianas, con énfasis en el desenvolvimiento de la etapa lectiva, y al más corto plazo posible, el restablecimiento del transporte público y el tan añorado retorno de la actividad turística en la Tercera Villa de Cuba y sus alrededores, a fin de reactivar la economía familiar y la estatal.

Octubre se reveló como un mes muy complejo en el control de la COVID-19 en Trinidad, territorio donde se ha incrementado la cantidad de pruebas PCR en tiempo real a trabajadores de la Salud Pública y de otros sectores, para contener la expansión del coronavirus. Lo mismo está sucediendo a principios de noviembre.

En lo que a las unidades del comercio en sí se refiere, igual que ocurre con las panaderías de la Industria Alimentaria que venden en sus mostradores, se colocan sacos con solución de agua clorada para la desinfección del calzado, y se promueve el uso de gorros y nasobucos en los trabajadores, así como el uso de guantes. Se ha establecido, de igual manera, que, siempre que sea factible, en las panaderías, mientras un trabajador anota en la libreta de productos alimenticios, y cobra, otro sea el que manipule el pan que se entrega al consumidor.

En estos lugares no se permite la estancia de más de un cliente al interior del centro, y las colas, con el debido distanciamiento, se hacen en el exterior, aunque no siempre las personas respetan esa distancia física, motivo de advertencias por parte de las autoridades del orden.

A pesar de que se ha demostrado cuán peligroso es el nuevo coronavirus, todavía hay quienes, sorprendentemente, parecen jugar a la ruleta rusa organizando festejos familiares, por pequeños e inocentes que estos parezcan, comparten vasos, cucharas o tenedores, bailan o se divierten ben cerca unos de otros, sin usar nasobucos, y ponen en peligro no solo a sus propias familias sino a toda la comunidad.

Solo el control en todas partes, la disciplina, la responsabilidad individual y colectiva, pueden hacer que Trinidad retorne a etapas precedentes, contempladas dentro de la recuperación, y en pos de lo que se ha dado en llamas la “nueva normalidad”.

De lo contrario, estaremos echando por tierra el gigantesco esfuerzo de todo un pueblo en el combate de la COVID-19, los cuantiosos recursos destinados a proteger la salud del pueblo, el daño que ha recibido la economía, el esfuerzo casi sobrehumano de miles y miles de compatriotas de la Salud Pública, en las zonas rojas y fuera de ellas. No hay alternativas.

Fuente de las estadísticas: MINSAP