Por: Joaquín Gómez Serra
Interesantes y candentes reflexiones sobre la realidad del fútbol matizaron la Consulta Popular que se llevó a cabo en el teatro de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Silverio Blanco, y que tuvo como preámbulo el unánime rechazo a la injerencia yanqui, así como el reconocimiento a los gigantes de batas blancas en el Día de la Medicina Latinoamericana y un homenaje a Diego Armando Maradona.
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A seguida, entrenadores, profesores, directores de equipos espirituanos de fútbol, así como padres, atletas activos y retirados emitieron diversos criterios, que enrumbaron a la mala calidad de la Liga Nacional de Fútbol, al corto calendario de sólo 7 juegos que atenta contra el desarrollo de las provincias y de los jugadores.
De inexplicable se catalogó por varios de los entrenadores con experiencia la situación de que Sancti Spíritus, en su cabecera provincial no cuente con terrenos de fútbol donde desarrollar la base, ya que por ejemplo, el que existía en la escuela Mártires de Barbados se convirtió en un organopónico, mientras el ubicado en el combinado deportivo de Agramonte, se utiliza hoy para la práctica del softbol de veteranos, mientras en otra extensión de su área se han fabricado viviendas.
Otra de las reflexiones de la consulta versó sobre la recuperación de terrenos de fútbol en varios municipios espirituanos, la escasez que tiene la provincia de implementos deportivos para desarrollar el deporte en todas las categorías, partiendo de no contar con suficientes balones, la no existencia de tacos y uniformes con una identidad que identifique a la provincia, a nivel de país.
Se profundizó en reiterados criterios en los malos sistemas competitivos en todas las categorías, de los pocos partidos que se juegan anualmente, del traslado en ómnibus que no reúnen toda la calidad para largas distancias, y que empeora la calidad de vida del atleta y su relación descanso-juego, que se ve agredida por la celebración de un calendario competitivo con partidos a celebrar con menos de 72 horas de diferencia y que atentan contra la longevidad del futbolista debido al desgaste físico.
Momentos álgidos en los criterios de los asistentes fue la solicitud de una información detallada a la familia del fútbol cubano sobre qué se hace el presupuesto anual que entrega la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y en qué se utiliza por parte de la federación cubana, ya que es inexplicable que en los entrenamientos, prácticas y en las áreas sólo existan dos o tres balones, amén de que no se puede masificar el deporte a nivel de país y en los ocho municipios espirituanos por no contar con pelotas adecuadas.
De inexplicable se tildó que en la Liga Nacional de Fútbol cada uno de los equipos tengan que viajar con dos balones para la provincia sede, y que en reiteradas ocasiones se ha dado que en un partido se juega con cinco marcas o tipos de balones diferentes, mientras el árbitro que pita el partido es de la misma provincia, lo cual atenta en la calidad del evento al presentarse reiteradas protestas que inciden negativamente en la toma de decisiones siempre a favor del equipo al que pertenezca el supuesto “imparcial”.
Se hizo un llamado a la actualización técnico-táctica de los profesores y entrenadores desde la comunidad, siempre potenciando el trabajo en la base, y se pidió que en estos momentos de escaseces, por lo menos, cada provincia tenga un terreno de fútbol con calidad, y que en Sancti Spíritus debía ser el Vicente Santiago, ubicado en Jatibonico, el cual reúne todas las condiciones para acoger certámenes nacionales.
La familia del fútbol sala también se hizo sentir con el pedido de espacios y calendarios para desarrollar esta modalidad de la blanquinegra en una provincia que aportó varios jugadores a las selecciones nacionales, en una tierra donde el fútbol ha servido como cantera en la formación de muchos jugadores que han integrado las filas de los equipos Cuba de todas las categorías.