Estadio Victoria de Girón de Sancti Spíritus, donde se imponen los hombres del INDER

Desde su construcción en 1955 el estadio Victoria de Girón, sede del equipo campeón de la pelota espirituana, por primera vez luce un confortable techo.

Por: Joaquín Gómez Serra

Estadio emblemático de la pelota en Sancti Spíritus. Cuartel general de los principales cuadrangulares del Gigante del Escambray, el trinitario Antonio Muñoz; fiel confidente de aquellas batallas campales, bate en mano, entre gigantes del jonrón como Pedro José Rodríguez, Armando Capiró y Muñoz.

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Hoy me remontó en el tiempo a aquellos años mozos de mi juventud donde el Sol de la 1 de la tarde, hora en que el Astro Rey picaba de lo lindo, no nos hacía mellar en el empeño de seguir jugada a jugada y juego a juego a aquellos Gallos, que sí eran de pelea, y que llegaron a ser los campeones de Cuba.

Es una mañana de vivencias en un intercambio sui géneros entre los Consejos de Dirección del INDER provincial y el del municipio espirituano, donde los recuerdos de aquellos descomunales cuadrangulares del trinitario Antonio Muñoz en el estadio Victoria de Girón nos hacían vibrar, o de un Owen Blandino, que cuando se acercaba al cajón de bateo, el tintorero Cutis, lanzaba al aire al Gallo canelo de pelea.

Entre las vigas que sostienen el techo se colocarán confortables butacas que formarán parte de los palcos altos de la instalación beisbolera.

Sobre la grama de la Bombonera, de la Olla de Presión, como le decíamos los espirituanos, dirigentes del organismo deportivo y la prensa radial echamos a volar los recuerdos y la imaginación, porque  como dice el dicho soñar no cuesta nada.

Y es verdad, porque lo que hace menos de un año era una utopía, hoy es una realidad. El estadio Victoria de Girón, se encuentra a más de un 80 por ciento en su reconstrucción total; ello, gracias a la obra de esos hombres de la brigada de la EPASE y del deporte, que con la movilización de todos sus combinados deportivos hacen realidad este empeño que se trazó Jorge Morell y su Consejo de Dirección en su cuartel general de la Sala Yara.

Y este recorrido por todo lo que se ha hecho y se piensa hacer, demuestra que el empeño y el trabajo de los hombres y mujeres del INDER ligado al apoyo del Partido y el Gobierno en el municipio espirituano, el cual asignó cerca de 500 mil pesos para su reconstrucción,  pueden más que la pandemia de la COVID-19 que azota a Cuba y a nuestra provincia.

Porque una cosa sí está clara; toda esta obra se inició con el inicio de la pandemia, y nunca ha parado a pesar de los dos rebrotes que ha sufrido la provincia.

Y en esta mañana de buen béisbol, en la meca de la pelota espirituana, el único estadio que ha visto titularse como campeones a aquellos peloteros históricos, se habló de Owen Blandino, Lázaro Pérez, los dos Muñoz, el Chopi Rodríguez, Osvaldo Oliva , Miguel Rojas, Ernesto Morell,José Zamora y del lanzador trinitario Claro Villa.

Y de muchos otros como Marcial Caraballoso, Lourdes Gurriel, José Raúl Delgado, Caña Ramos, Toni Simó, Alberto Acosta, esos héroes de antaño que harían la lista interminable, bajo la conducción del más grande de nuestros directores, con el respeto de muchos otros, el campeón yaguajayense Cándido Andrade.

De todos ellos hablamos en esa mañana de intercambio beisbolero. Y se habló del viejo Pentón, alias Pellejo, como lo conocíamos todos los que por entonces frecuentábamos el Victoria de Girón, de su sentido de pertenencia sin igual, de ese hombre que pintaba sólo las rayas de cal, le daba mantenimiento a todo el estadio, de ese hombre máquina que atendía en cada juego la pizarra, que regaba agua para que su hierba resplandeciera verde, y que no dejaba que la mala hierba creciera. En fin, un hombre todo terreno, de esos que ya se ven poco.

Y lo más importante se constató in situ los avances en la reconstrucción del Victoria de Girón, de la remodelación de su graderío, de la ejecución de palcos preferenciales en alto para los visitantes y para la población, de la ejecución de las obras hidráulicas para que tanto, los dogouts como todos los baños cuenten con muebles sanitarios.

La zona perimetral de las cercas o zona de seguridad se delimita también por primera vez para el bien de los jardineros.

Reluce la lozanía del nuevo techo, que ya no dejará, como nos pasaba a nosotros, que el Sol achicharre sus espaldas, Pero llamo la atención, es imperativo que el Gobierno, el Partidos o varios organismos  de la provincia apoyen al INDER en la asignación de pintura anticorrosiva  para que planchas de zinc del techo de todo el estadio no sufran los embates del sol, el agua, y haga mella la corrosión, y se le abran poros. Si no se hace ahora, irremediablemente, mañana o en poco tiempo perderemos la batalla que se ha ganado.

En fin, el Girón se puede convertir en la casa grande de la nueva hornada de peloteritos del Yayabo, ser sede de los certámenes nacionales de la categoría escolar o juvenil, y cuartel general de esas madres y padres que siguen a diario a sus futuros campeones, a los que le renacerá la ilusión de no tener que coger más sol, pasar sed o no tener, ni tan siquiera dónde sentarse.

Y como ya se habla de autofinanciamiento, hay que pensar en grande, y ante el llamado de la dirección del país de generar ganancias para sus organismos, el estadio Victoria de Girón por su céntrica ubicación se puede convertir en cuartel general de actividades deportivas, recreativas y culturales que le generen entrada de capital a los organismos de la provincia.

Mucho queda por hacer para su terminación en el estadio Victoria de Girón, pero se trabaja duro para entregar la obra por el nuevo aniversario de la ciudad en el venidero mes de junio. Habrá que trabajar duro para lograrlo, porque hay que rellenar el cuadro y los jardines, los cuales ya cuentan con una zona de seguridad  bien delimitada, terminar las aceras de las afueras, hacer realidad los murales que embellecerán las afueras del Girón, y pintar todo el estadio.

Muchos pensarán ¿lo lograrán?, otros dirán ¿están locos? Nada de eso, las seis décadas del deporte como derecho del pueblo han demostrado  que los hombres del INDER no creen en el miedo, que trabajan duro, se esfuerzan, y que surgieron para vencer y no para ser vencidos.