Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Lo que comenzó como puro interés decorativo ha evolucionado a universos artísticos con un valor estético incuestionable, pero además con reminiscencias al pasado arquitectónico de Trinidad que se sostiene en columnas y pedestales de marcada elegancia.
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Tal es la propuesta de Renacer, la muestra online con la que los jóvenes Fernando Blanco Marín y Norwilliams Gálvez Duffay llaman la atención sobre la riqueza creativa de una ciudad donde los detalles se realzan y renuevan.
Plafones y pedestales componen esta exposición inaugurada en el Museo Municipal de Historia, en la que los jóvenes creadores hacen uso de armaduras de metal, pladur y yeso para fusionar códigos del pasado con elementos más modernos y regalar piezas de excepcional funcionalidad.
“A la exposición -comenta Fernando- llegan tres muestras de columnas antiguas; entre ellas el pedestal más antiguo que se ha encontrado en la ciudad y que data del siglo XIX. Todas marcan el comienzo de esta línea en nuestro trabajo que se enriquece con nuevas piezas”-
“Nuestras obras -agrega Norwilliams- realzan estas piezas que decoraban las casas coloniales de la villa y resultan un elemento decorativo muy fuerte a partir del siglo 19. Es además el recurso expresivo que encontramos como jóvenes creadores para mostrar la belleza de Trinidad y de estos elementos que la hacen excepcional.”
En su discurso estético asoma también la denuncia de estos jóvenes a la política hostil de Estados Unidos contra Cuba que intenta también vetar la cultura y sus modos de expresión. En el caso de Fernando es egresado de la escuela de instructores de arte, “esa idea maravillosa de Fidel Castro, un paradigma para los noveles artistas, reafirmó mi rechazo hacia esa política hostil que frena la posibilidad de comercializar nuestro trabajo y buscar nuevos horizontes”, añadió.
En tanto, su compañero Norwilliams aboga porque muchos jóvenes se sumen a este reclamo con la misma fortaleza que uno de los pedestales que nacen de sus manos; “es nuestro momento histórico y debemos ser consecuentes con el legado de dignidad y justicia de todos los hombres ilustres de la patria”.
Acompañan esta propuesta piezas escultóricas del artista William Mass; jarrones, búcaros y otros elementos ornamentales en barro evocan también el pasado dado por el color bronce gastado y coronan el espíritu de Renacer que remite al pasado de una ciudad sostenida por el arte y el amor de sus hijos.
“Estos trabajos tienen que ver mucho con la arquitectura, mi obra es un complemento y lo más significativo es que empleo el barro, material de mucho arraigo en la ciudad. En las figuras sobresale las técnicas de añejamiento e imitación de otros materiales como el metal; el resultado es muy sugerente y armónico porque la ciudad es muy tradicional en ese aspecto.”