Por: Juan Carlos Naranjo
Es la única biblioteca municipal de la Isla que cuenta con una sala de Fondos Raros y Valiosos. “Es una sala especial porque en ella se conserva la literatura que tiene que ver con Trinidad, de autores de aquí o de otras partes que escribieron sobre la Villa. Tenemos revistas, periódicos, manuscritos y trabajos de investigación.”
OTROS MATERIALES DEL ÁMBITO CULTURAL
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Explica, Felicia Arguelles Montalván, directora de la biblioteca Gustavo Izquierdo Tardío y me permite husmear en su interior. Repaso las salas de prestación de servicios: Fondos raros y valiosos, Literatura General, Arte, e Infanto-juvenil.
58 años cumple la institución cultural, que ha hecho crecer espiritualmente a los hijos de la Tercera Villa de Cuba. Fue el 23 de abril de 1963 cuando el otrora Liceo de la burguesía blanca se trastoca en biblioteca pública por el afán de la joven Revolución de promover el hábito de lectura en su pueblo.
Es por eso que desde los inicios dio rienda suelta al trabajo comunitario, al instalar un bibliobús o biblioteca móvil que acercaba el libro a 28 zonas rurales.
Actualmente la institución es rectora de las sucursales ubicadas Casilda, y en las comunidades FNTA y Pitajones, enclavada esta última en el lomerío escambradeño.
Sin embargo, con la era tecnológica llegó la controversia entre libro digital y de papel, “Los usuarios en ocasiones no encuentran en internet la información que necesitan, quizás no la saben buscar, lo cierto es que recurren aquí, casi siempre adolescentes y jóvenes para la realización de tareas de clase o trabajos de investigación.”
Felicia Arguelles Montalván reconoce que la restauración del inmueble, no exenta de tropiezos, le ha devuelto vitalidad a este, pero terminado no hay nada, se sustituyó la carpintería aunque faltó colocar las puertas internas de las persianas, no se pintó toda, la sala Infanto-Juvenil se mantiene en las mismas condiciones que hace 10 años; en fin, muchos trabajos si concluir.
Vale una mirada más seria, pues la biblioteca municipal Gustavo Izquierdo Tardío marcó para Trinidad un hito trascendental: fue la primera institución cultural de la ciudad llegada con la alborada del cincuenta y nueve, la Revolución del saber.
Y es que el majestuoso edificio patrimonial que luce en la céntrica calle José Martí, es oasis para hacer grande al prójimo.