Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
El movimiento cooperativo y campesino en el municipio de Trinidad levanta también su voz en defensa del proyecto revolucionario cubano, al tiempo que aboga por la unidad del pueblo, uno de los rasgos esenciales a lo largo de las luchas por la libertad de la Isla.
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Ante el llamado de la dirección del país, asegura Yenima Pérez Cuba, presidenta de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, (ANAP), en el sureño territorio, los asociados y familiares de las 20 cooperativas trinitarias rechazan los hechos violentos ocurridos el pasado 11 de julio en La Habana y otras localidades cubanas.
Tanto en las bases productivas que hoy ultiman preparativos para la cosecha cafetalera, como en las que apuran el amanecer para el ordeño y acopio de la leche, o las que tienen la responsabilidad de asegurar las viandas, granos y hortalizas, los productores ratifican su disposición de preservar el orden y la tranquilidad de nuestras comunidades.
La funcionaria enfatizó que la respuesta más contundente del campesinado sureño debe estar dirigida al cumplimiento de los planes productivos, sobre todo de cultivos de ciclo corto como el boniato, la calabaza, el plátano y las hortalizas incluidos en el programa de autoabastecimiento territorial y de soberanía alimentaria.
Durante todo ese tiempo de enfrentamiento a la pandemia y en medio del recrudecimiento del bloqueo, los campesinos en Trinidad protagonizan historias conmovedoras que los han impulsado a donar parte de sus producciones a centros de aislamiento e instituciones de la Salud, gesto que encarna la generosidad del pueblo, en especial de los hombres y mujeres de nuestros campos.