Por: Alipio Martínez Romero
El Consejo de la Administración Municipal de Trinidad pasó revista al objeto social de la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios, de las Empresas Aldaba, de Conservación y Restauración de Monumentos, cuyos directivos informaron de sus comportamientos actuales de la lucha contra la pandemia de la COVID-19.
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A estas entidades responsables de la salvaguarda de manera integral del patrimonio cultural, su biodiversidad y comunidad, se les encargó un exhaustivo control de la eficacia económica con el uso adecuado de los recursos materiales, financieros y humanos a tono con la garantía del sistema estatal socialista.
Además del cuidado de la imagen del Centro Histórico Urbano, se enfatizó la responsabilidad de contribuir a mejorar la calidad de vida de la población a través del implemento de proyectos de desarrollo local y comunitarios, el impulso a talleres de creación y continuar promoviendo en las nuevas generaciones de trinitarios los oficios tradicionales dirigidos a mantener los valores y encantos de la arquitectura de la Tercera Villa de Cuba.
El órgano de Gobierno dirigido por el intendente municipal Juan Francisco Rodríguez Arteaga, al examinar los resultados en la producción de alimentos el sistema de comercialización de productos agropecuarios a la población y el consumo social, indicó ofrecer un sistemático seguimiento a la siembra de los cultivos estratégicos con prioridad en las plantaciones de plátano y yuca, así como cumplir el plan de maíz.
Del mismo modo se evaluó el necesario incremento de manera paulatina de las libras percápitas en las comunidades de San Pedro y Casilda y los compromisos de obtención de leche y carne vacuna, así como la ovino-caprina acorde con la correspondiente recontratación de los productos agropecuarios antes señalados, incluidas las medidas para minimizar la mortalidad de los animales.