Constructores cubanos combaten contra las tropas yanquis que invaden Granada

Por: Rafael Novoa Pupo.

Un inquietante despacho de prensa fechado el 14 de octubre de 1983 en Saint George, capital de la isla caribeña de Granada, informaba que Maurice Bishop, primer ministro de ese pequeño país amigo de Cuba, había sido desplazado de su cargo y se encontraba en prisión. Lo raro, era que el dirigente granadino había estado de visita en Cuba apenas una semana antes, ocasión en que visitó a la ciudad de Cienfuegos, acompañado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y en ningún momento hizo referencia a problema alguno en su gobierno.

Las tendenciosas noticias continuaron llegando divulgadas por las agencias internacionales de información controladas por Estados Unidos, y hacían referencia a conflictos surgidos en el seno del partido de La Nueva Joya, de Bishop. Para el 19 de octubre nuevos reportes comunicaban que los trabajadores y el pueblo de Granada se lanzaron a las calles en apoyo a su líder, y acto seguido se informó que él y varios de sus ministros y líderes sindicales, habían muerto en una balacera. Esa noche se confirmó la desafortunada noticia.

¿No son muy parecidos estos acontecimientos de 1983 a los presentados años después, más recientemente, en Venezuela y en Ecuador donde se intentaron golpes de Estado, o en Honduras y Bolivia donde se consumaron? ¿No tienen esas noticias el tufo característico de las maniobras de la CIA norteamericana en numerosos países?, y sobre todo por lo que sigue.

El 22 de octubre ocurrió el siguiente paso típico en la escalada de estos hechos. El Departamento de Estado de Estados Unidos, expresó su preocupación por los sucesos de Granada, y dispuso la evacuación de unos 600 ciudadanos norteamericanos para preservar sus vidas. El día 24 fueron evacuados en buques norteamericanos y el día 25 comenzó la invasión de tropas de Estados Unidos a la isla de apenas 344 kilómetros cuadrados, y una población entonces de aproximadamente 100 mil habitantes. El plan quedaba consumado, muy semejante a otros muchos. Era una secuencia conocida.

Un trabajo publicado por el diario Granma en ocasión del aniversario 30 de la invasión refiere: “…alrededor de 7 000 marines y paracaidistas norteamericanos ocuparon Granada. En una operación bautizada como “Furia Urgente”, la capital de esa isla caribeña fue bombardeada desde aviones, helicópteros y buques de guerra, a lo que Naciones Unidas condenó la agresión. Quien ocupaba la Casa Blanca entonces, Ronald Reagan, contestó: “En la ONU no han estado de acuerdo con nosotros en casi ninguna cosa que se les haya presentado donde estemos involucrados, y eso no perturbó para nada mi desayuno”.

En aquellos momentos laboraba en Granada una brigada de constructores cubanos en la ejecución de un aeropuerto civil, y los integrantes del contingente obrero comunicaron a través de la embajada cubana allí, que solicitaban permanecer en su tarea. También hicieron manifiesta su intención de defender su obra si eran atacados por los marines. Para ello contaban con algunas armas y fueron autorizados por el gobierno cubano.

Al comenzar la invasión en la madrugada del 25, primera gran operación realizada por el ejército de EE.UU. desde la Guerra de Vietnam, el aeropuerto en construcción fue de los primeros objetivos atacados por los agresores norteamericanos. Junto con los efectivos granadinos, también los constructores cubanos se defendieron con sus armas ligeras de infantería. Cayeron en desigual combate heroicamente, 25 constructores cubanos, quienes defendieron su obra y la soberanía ultrajada del hermano pueblo amigo, donde laboraban. Otros 59 resultaron heridos.

Fuentes oficiales de EE.UU., afirman que los defensores estaban bien preparados, bien posicionados, y opusieron fuerte resistencia, hasta tal extremo que en la tarde del 26 los agresores tuvieron que pedir dos batallones de refuerzos a las Fuerzas Especiales, las cuales recibieron bajas debido a la resistencia. No obstante, la total superioridad naval y aérea de las fuerzas invasoras y preparación incluyendo helicópteros de ataque y artillería naval de apoyo, resultaron ser ventajas significativas contra los soldados granadinos y los obreros cubanos.

Para que se tenga una idea de la barbarie, informaciones de prensa que recorrieron el mundo, dieron a conocer que fue atacado un hospital de enfermos mentales granadinos por aviones norteamericanos y perecieron 47 pacientes. ¡Así han actuado siempre los invasores norteamericanos contra países pequeños!.

En Cuba, en la despedida de duelo a los 25 constructores civiles cubanos caídos en Granada y traídos a la Patria, el entonces Presidente de la República Fidel Castro Ruz, fustigó al gobierno estadounidense, el cual sigue erigiéndose en juez de todos los conflictos del mundo, conflictos internos de los que ellos mismos no son ajenos, porque los instigan y provocan. Así lo denunció el Comandante en jefe.

Allí en Granada, en aquel octubre de 1983, se probó también la inquebrantable disposición de los cubanos dignos, donde quiera que estén, de defender la libertad, y la justicia, ¡siempre!

Con información del periódico 5 de septiembre y Ecured