Los colectivos pedagógicos asumen, por estos días, la limpieza y organización de los centros escolares, a la par que fortalecen relaciones con la familia, a la espera de un día de reencuentro y felicidad
OTROS MATERIALES SOBRE TRINIDAD
Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad cumple 42 años Apuesta sindicato de Educación en Trinidad por éxito de esa obra de infinito amor Trinidad: Analizan primera versión del Informe a la Asamblea Municipal de Balance del Partido Prosiguen en Trinidad acciones de capacitación en pos de un turismo más higiénico y seguro Convoca el Partido a trabajar duro en beneficio del pueblo trinitario y la Revolución
Por: José Rafael Gómez Reguera
Cual abejas laboriosas, los maestros y profesores de Trinidad preparan condiciones para reiniciar, desde el venidero 15 de noviembre, el curso escolar 2020-2021, atípico a causa de la pandemia de la COVID-19, que ha obligado a extender las clases más allá del período habitual y apunta, si las condiciones lo permiten, hacia la presencialidad, hasta el mes de marzo de 2022.
En las escuelas sureñas se retoca la pintura de paredes, y se limpia todo el mobiliario de cada aula, mesas, sillas, libreros, aparadores… También se reparan los tablilleros dedicados a colocar mochilas y bolsas de merienda de los pequeños.
En los encuentros de los maestros con los padres, tutores y demás familiares de los niños y adolescentes, se enfatiza en el uso adecuado del uniforme escolar, que combinará el diseño tradicional con el nuevo, este último para los alumnos de grados iniciales de cada nivel educativo, mientras que los continuantes seguirán usando los anteriores en los próximos cursos; es decir, coexistirán los diferentes tipos de prendas y colores. Debe ser así durante tres cursos aproximadamente, pues el cambio se realizará de forma paulatina, de acuerdo con la información oficial del Ministerio de Educación (MINED).
Si importante es lo que sucede, en estos días, en el reacondicionamiento del material docente y el ambiente puertas adentro de las aulas, también los maestros dedican tiempo a revisar las condiciones de las áreas deportivas, los jardines y sus áreas de plantas medicinales, entre otros sitios que deben estar listos para recibir a los niños y jóvenes se sientan a gusto y desde el principio vean la escuela como una extensión hogareña, esa que les ha cuidado y protegido ante la agresividad del nuevo coronavirus.