Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
El paso del municipio de Trinidad a la fase dos de la etapa de recuperación post-epidemia confirma, de un lado, la amenaza permanente que significa el nuevo coronavirus y del otro, la urgencia de extremar las medidas sanitarias con el concurso de las administraciones locales y de toda la población a fin de evitar un número mayor de contagios en este rebrote.
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Lo anterior trascendió durante la reunión del Consejo de Defensa Municipal, reactivado a partir del nuevo escenario epidemiológico, que aunque no tan complejo como otros territorios cubanos, ha aportado en las últimas semanas más de una veintena de pacientes positivos al virus SARS-CoV-2.
En el nuevo contexto, las autoridades de salud insisten en el cumplimiento de los protocolos que se conocen muy bien, pero no siempre se ponen en práctica como el uso correcto del nasobuco, el lavado y desinfección frecuente de las manos, el distanciamiento físico, el cuidado de los adultos mayores y personas vulnerables y el llamado a mantenerse en casa.
De igual manera se refuerza la vigilancia activa en la atención primaria de salud a través de la pesquisa con estudiantes y profesores de las Ciencias Médicas, se mantienen suspendidas las visitas a pacientes ingresados en el Hospital General de Trinidad Tomás Carrera Galiano, así como el funcionamiento de los tres puntos de control sanitario establecidos en las fronteras del municipio para regular la entrada y salida de vehículos estatales y privados, además del pesquisaje de los viajeros.
En cuanto al curso escolar mantiene su vitalidad, toda vez que los controles de foco realizados en centros educacionales con niños confirmados no han aportado nuevos enfermos y todos retoman las actividades cotidianas, pero se insta a extremar las medidas dentro de las instituciones y por supuesto en los hogares.
De esta manera, y de acuerdo con lo que estipula la fase, se suspenden las actividades nocturnas en bares, centros recreativos y discotecas; y en el caso de las instalaciones turísticas brindarán el servicio solo para los huéspedes internos, en tanto los servicios extrahoteleros mantienen sus ofertas con una ocupación entre un 40 y un 50 por ciento.
El regreso de este municipio a la segunda fase de la etapa de recuperación exige mayor responsabilidad de los trinitarios y también más disciplina, únicas vacunas que pueden contener la epidemia y minimizar el impacto de un rebrote que ha mostrado la más alta tasa de contagio desde los primeros casos reportados en Cuba.