Por: José Rafael Gómez Reguera
Diez días lleva ya el municipio de Trinidad, al centro sur de Cuba, sin nuevos casos confirmados del coronavirus, causante de la COVID-19. No es cuestión del azar. Es consecuencia de las medidas implementadas por el Consejo de Defensa Municipal, oído el parecer de las autoridades sanitarias, y de cómo la ciudadanía ha interiorizado la necesidad de cuidarse y cuidar a los demás, aunque ciertamente queda mucho por conseguir en este último sentido. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (XI) (XII)
Golpeada duramente por el rebrote del SARS-CoV-2 en el pasado mes de octubre, y con un inicio de noviembre nada favorable, fue necesario aplicar mano dura con los negligentes, con la acción decidida de toda la comunidad y el decisivo concurso de la Policía Nacional Revolucionaria y oficiales del Ministerio del Interior mucho más allá de las zonas de restricciones que se establecieron. Los recorridos de las patrullas contribuyeron a hacer respetar el necesario distanciamiento físico y el uso correcto del nasobuco.
Otro tanto han hecho las patrullas de carretera, responsables de la seguridad vial, los conocidos ”caballitos”, quienes detienen a los automovilistas que no usan o usan incorrectamente ese aditamento que, se ha comprobado, tanto ha aportado a la salud. En esos momentos, y de manera correcta, les han llamado la atención, tanto a ellos como a algunos que transitan en bicicleta y conscientes o inconscientemente, tienen el nasobuco fuera de lugar.
El reporte oficial del Ministerio de Salud Pública de la Isla (MINSAP), con cierre a las 12 de la noche de este domingo 15 de noviembre de 2020, da cuenta de un solo caso en la provincia de Sancti Spíritus, correspondiente a uno del municipio cabecera de igual nombre. Se trata de un ciudadano cubano de 38 años de edad, contacto de caso confirmado anteriormente, y de quien se mantienen en vigilancia 3 contactos.
Es Trinidad uno de los destinos turísticos más importantes de Cuba. Así lo confirman los miles de visitantes que tanto la ciudad como su Valle de los Ingenios han recibido tradicionalmente. No vienen solo a gozar de sus bondades de sol y playa, o de sus diversas opciones marítimas o del turismo de naturaleza. También a confraternizar con quienes habitan este terruño y todos, visitantes y lugareños, están (estamos) deseosos de que, “nueva normalidad” de por medio, regrese ese ritmo que la imprime la industria del ocio a una Villa ya con casi 507 años de historia, tradiciones y leyendas.
El Primer Ministro de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz, se ha encargado de acuñar una frase que no por conocida revela estas realidades: “Trinidad, sin turismo, no es Trinidad”. Y no porque dejemos de tener costumbres que se revitalizan, modos de hacer y decir propios de la localidad, o se descuide todo lo concerniente al patrimonio tangible. Es que vivimos en tiempos en los cuales la economía de nutre del esfuerzo de muchos, y con el concurso de todos, el sector estatal y el privado, el país puede avanzar.
Pero nada podrá hacerse realidad si nos descuidamos, si somos indisciplinados (como a veces se observa) e ignoramos el distanciamiento físico, no usamos o usamos mal el nasobuco, si dejamos de lado esa cotidianidad de desinfectar el calzado y las manos con la mayor frecuencia posible.
Indiscutiblemente, estamos ante una peligrosísima enfermedad que ha puesto en vilo a la Tercera Villa de Cuba desde el pasado mes de marzo, cuando en la ciudad fueron detectados los tres primeros casos del nuevo coronavirus en el país, tres turistas que estaban alojados en un hostal de la localidad. A ellos les siguió una ciudadana cubana, residente en la ciudad, que había estado en contacto al menos con una de esas personas, y cuya evolución fue favorable..
Noviembre significa mucho para Trinidad en el programado despegue, siempre observando los protocolos higiénico-sanitarios, de la economía local, que se sustenta, sobre todo, en el turismo, tanto en su esfera estatal como en la privada. Pero sigue siendo una época es muy compleja, por esa conjunción de la COVID-19, siempre acechando al menor descuido; las lluvias ocasionadas por la Tormenta Tropical Eta, que ha dejado bajo las lluvias a numerosos poblados rurales y zonas de cultivo, la rotura de la principal fuente de abasto de la ciudad, la del río San Juan de Letrán, y el peligro que representan las aguas estancadas para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, causante de numerosas enfermedades, entre ellas el dengue.
Las autoridades locales han sido claras: hay que protegerse, cumplir las medidas higiénico-sanitarias dispuestas por el Consejo de Defensa Municipal. Es la única manera de comenzar a recuperar la economía, la vida social, regresar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes al curso escolar… Solo así nos encaminaremos hacia la “nueva normalidad”.
RELACIÓN DE CASOS POSITIVOS INFORMADOS EN NOVIEMBRE DE 2020 EN TRINIDAD
Domingo 1º de noviembre (dos casos):
Ciudadano cubano de 24 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 16 contactos.
Ciudadano cubano de 24 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 10 contactos.
Lunes 2 de noviembre (sin casos nuevos; un fallecido)
Martes 3 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)
Miércoles 4 de noviembre (1 caso):
Ciudadano cubano de 58 años de edad. Reside en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado. Se mantienen en vigilancia: 15 contactos.
Jueves 5 de noviembre (1 caso):
Ciudadana cubana de 21 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 12 contactos.
Viernes 6 de noviembre (2 casos):
Ciudadana cubana de 48 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 11 contactos.
Ciudadano cubano de 42 años de edad, residente en el municipio Trinidad, provincia Sancti Spíritus. Contacto de caso confirmado anteriormente. Se mantienen en vigilancia 13 contactos.
Sábado 7 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)
Domingo 8 de noviembre (sin casos nuevos confirmados)
Lunes 9 de noviembre (sin casos confirmados)
Martes 10 de noviembre (sin casos confirmados)
Miércoles 11 de noviembre (sin casos confirmados)
Jueves 12 de noviembre (sin casos confirmados)
Viernes 13 de noviembre (sin casos confirmados)
Sábado 14 de noviembre (sin casos confirmados)
Domingo 15 de noviembre (sin casos confirmados)
Lunes 16 de noviembre (sin casos confirmados)
Cuando ya se suponía que estuviéramos en la fase recuperativa y, desde luego, ello podría estar significando ya el renacer de no pocas actividades socioeconómicas, tanto estatales como privadas, con alta primacía para el ámbito de la cultura y el turismo, no ha sido así. Incluso, el reinicio de las actividades docentes para concluir lo que resta del curso 2019-2020 y comenzar el 2020-2021, tal como ha acontecido en la mayor parte de las provincias cubanas y en el Municipio Especial Isla de la Juventud.
Como elementos positivos, afortunadamente pasaron a hacer vida normal algunas zonas que estaban en etapa de restricción de movimiento, a consecuencia de situaciones que se han dado en el territorio, y que demuestran, una vez más, que nadie puede descuidarse y poner en peligro la salud y hasta la propia vida de sus conciudadanos. Otras áreas se mantienen en vigilancia epidemiológica.
Trinidad vivió una etapa de rebrotes del SARS-CoV-2, el primero de ellos con epicentro en el hotel Village Costasur, de la zona de María Aguilar, en la península de Ancón, ocasionado por turistas nacionales procedentes de la provincia de Ciego de Ávila allí alojados. El centro tuvo que ser declarado en cuarentena y el Grupo Temporal nacional para el Control del nuevo coronavirus, encabezado por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, decidió establecer un primer evento de transmisión local, que costó trabajo controlar.
Con posterioridad se detectaron otros casos positivos en choferes de Trinidad, trabajadores de la Agencia Taxis Cuba, quienes prestaban servicio en la dirección de Salud Pública del municipio Sancti Spíritus.
Más cerca en el tiempo, fue confirmado como positivo un paciente ingresado en el Hospital General Docente Doctor Tomás Carrera Galiano.
Durante todos estos últimos meses, se ha mantenido fuerte la labor de los Servicios Comunales, en la limpieza e higienización de zonas urbanas y rurales, con énfasis en cuanto acontece en la Ciudad Museo del Caribe. Se ha recalcado que los trabajadores de este sector asumen las medidas de seguridad y protección inherentes a su importante actividad.
En paralelo, las unidades de la gastronomía popular dejaron de recibir clientes y comenzaron a elaborar alimentos solo para llevar, como mismo ha sucedido con la venta de helados en el Coppelia Fresa y Chocolate de la ciudad, y también la Pizzería Tosca sigue el mismo plan; en tanto en las zonas de restricción se ha mantenido allí mismo la venta de la cuota de pan normado mediante el esfuerzo de trabajadores de ese sector (Industria Alimentaria).
Entidades vinculadas a la Oficina del Conservador como la Taberna Guanahuac, en la intersección de las calles José Martí (Jesús María) y Camilo Cienfuegos (Santo Domingo), venden alimentos elaborados y otros productos para llevar, y el Iberostar Heritage Grand Trinidad ha hecho otro tanto, de manera sostenida, sobre todo en los horarios de la mañana, como mismo ha sucedido con el Hotel La Calesa.
Adicionalmente, la Empresa de Comercio y Gastronomía mantuvo en Trinidad la venta de ofertas de centros gastronómicos para los residentes en las 6 zonas de restricción de movilidad que existían hasta hace poco en el territorio por el rebrote de la COVID-19.
Se mantienen las medidas de control, y resulta imprescindible mantener la disciplina, el distanciamiento físico, la desinfección de las manos y del calzado (pasos podálicos), y el uso obligatorio del nasobuco siempre que se esté fuera del hogar.
Los centros de la Salud Pública, por su parte, han establecido medidas más férreas con respecto a los pacientes ingresados y sus acompañantes. De igual manera, se desinfectan manos y calzado de pacientes que acuden a los cuerpos de guardia de los policlínicos comunitarios que son derivados hacia ellos desde el Hospital General.
En los policlínicos del territorio, se mantienen las consultas esenciales, observando las medidas de bioseguridad para pacientes, médicos, enfermeras y demás trabajadores y técnicos de la Salud Pública, que no0 solo usan nasobucos, sino también guantes, sobrebatas y caretas transparentes. Otras consultas se han detenido por el momento, en atención a la necesaria bioseguridad que ha de observarse ante la pandemia. Según se conoció, también están muy restringidos los servicios estomatológicos.
El penúltimo mes del año, hasta ahora, no nos había devuelto la tranquilidad que todos necesitamos para dedicarnos, bajo la llamada “nueva normalidad”, a las actividades cotidianas, con énfasis en el desenvolvimiento de la etapa lectiva, y al más corto plazo posible, el restablecimiento del transporte público y el tan añorado retorno de la actividad turística en la Tercera Villa de Cuba y sus alrededores, a fin de reactivar la economía familiar y la estatal.
En lo que a las unidades del comercio en sí se refiere, igual que ocurre con las panaderías de la Industria Alimentaria que venden en sus mostradores, se colocan sacos con solución de agua clorada para la desinfección del calzado, y se promueve el uso de gorros y nasobucos en los trabajadores, así como el uso de guantes. Se ha establecido, de igual manera, que, siempre que sea factible, en las panaderías, mientras un trabajador anota en la libreta de productos alimenticios, y cobra, otro sea el que manipule el pan que se entrega al consumidor.
En estos lugares no se permite la estancia de más de un cliente al interior del centro, y las colas, con el debido distanciamiento, se hacen en el exterior, aunque no siempre las personas respetan esa distancia física, motivo de advertencias por parte de las autoridades del orden.
Solo el control en todas partes, la disciplina, la responsabilidad individual y colectiva, pueden hacer que Trinidad retorne a etapas precedentes, contempladas dentro de la recuperación, y en pos de lo que se ha dado en llamas la “nueva normalidad”.
De lo contrario, estaremos echando por tierra el gigantesco esfuerzo de todo un pueblo en el combate de la COVID-19, los cuantiosos recursos destinados a proteger la salud del pueblo, el daño que ha recibido la economía, el esfuerzo casi sobrehumano de miles y miles de compatriotas de la Salud Pública, en las zonas rojas y fuera de ellas. No hay alternativas.
Fuente de las estadísticas: MINSAP