Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Pese a los recursos, financiamiento y logística que demanda el enfrentamiento a la COVID-19, el sistema de Salud Pública en el municipio de Trinidad logra la reanimación de un número importante de consultorios médicos de la familia, en una estrategia donde el apoyo comunitario y de entidades locales resulta esencial.
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Acciones constructivas menores, reparación de redes hidráulicas y sanitarias, arreglo de la carpintería y del mobiliario, además de la pintura, benefician a una treintena de estas dependencias en el sureño territorio dirigidas a mejorar la imagen y a elevar la calidad en la prestación de los servicios.
Estas labores se materializan en un contexto complejo no solo por la amenaza que significa el virus SARS-CoV-2, sino también por el agravamiento del escenario económico en el que se desenvuelve el país y el territorio, marcado además por el bloqueo de Estados Unidos contra la isla y los intentos por desacreditar una de las conquistas más valiosas para los cubanos.
La vicedirectora de asistencia médica en la dirección municipal de Salud, Ana Cecilia Hernández Rendón, reconoció la contribución de empresas y organismos del territorio que ha posibilitado el retoque de estas instalaciones, especialmente las ubicadas en zonas de difícil acceso como Topes de Collantes, donde quedaron como nuevos los consultorios de Tres Palmas, La Chispa, Vega Grande, El Chorrito y La Felicidad.
En otros asentamientos rurales como Polo Viejo, Condado, El Algarrobo, Méyer, y en diferentes áreas de la ciudad, muchas manos se sumaron a un propósito noble que garantiza el acceso de la población a los servicios de salud desde la atención primaria y pone a punto estas instalaciones de cara a la inmunización de la población contra la COVID-19, para la cual se encuentran listos alrededor de 90 vacunatorios en toda la geografía local.