Mezcla de originalidad y destreza artística, la muestra permanecerá abierta al público hasta mediados de agosto en esta galería del Centro de Promoción Cultural de la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios
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Por: José Rafael Gómez Reguera
En el corazón del Centro Histórico de Trinidad, una muestra espera por su público, en la Galería Tristá, de Amargura 85, perteneciente al Centro de Promoción Cultural de la oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Se trata de Capros, con creaciones del joven artista de la plástica Luis Enrique Medina Rueda.
Según la especialista Odalis Borges González, “Desandar la obra de Luis Enrique Medina Rueda es penetrar en un mundo mágico, repleto de figuras excepcionales, únicas, seductoras por su singularidad, llenas de una imaginería que habita en su inmensa alma de niño juguetón, travieso, apacible y de mirar acucioso. Nada escapa de sus ojos que inmortalizan, sobre el soporte, sus vivencias personales, y el entorno que lo rodea. Un mundo en movimiento es atrapado por sus manos que tienen el poder de concretar la obra de su espacio interior”.
Y realmente es así. Grata es la impresión que causan en el espectador estas obras, de colores suaves y trazos seguros, resultado de años de esfuerzo y de su formación profesional, egresado, como es, de la desaparecida Academia de Artes Plásticas “Oscar Fernández Morera” de Trinidad, un verdadero emporio cuando de preparar y lanzar a Cuba y al mundo, verdaderos talentos, no solo en la pintura, sino también en la escultura, el diseño, la joyería, trabajos con madera, metales y otros materiales que como la cerámica, dieron, en su momento, mucho de qué hablar. Y los ecos resuenan. Este, de las pinturas de Luis Enrique Medina Rueda, es uno de ellos.
Tal como refiere Borges González, “La propuesta retrata, a través de los rostros y figuras de intrépidas cabras, diferentes emociones y estados de ánimo que confluyen con la perseverancia y determinación que subyacen en su ser, abarcando sus experiencias con luz propia. Las esperanzas guardadas y los deseos imaginados cobran vida a través de seres místicos, alados, dialogando con aves, mariposas, orquídeas y las casas, factor esencial y muy representado en toda su obra, símbolo que indica el nido, el refugio más seguro para la existencia del hombre”.
Y estas obras tienen un seguro refugio en la Galería Tristá, de Amargura 85. Por allá por donde ondulan suavemente las calles trinitarias, un poco más atrás de la antigua Plaza Mayor, todavía por empedradas vías, como rumbo a la sagrada plaza de Las Tres Cruces, anima la vida de estas cabras, cubanas, saltarinas, divertidas, gozosas de saberse enmarcadas, con ese espíritu inquieto , propio de su especie, que se transmuta al hombre.
Luis Enrique Medina Rueda nació en Trinidad el 26 de mayo de 1988. Entre sus exposiciones personales se hallan “Me hice ciudad”, en el Museo de Arquitectura de Trinidad, 2007; y en ese propio año, “Montañas”, en la Casa del Joven Creador de esta ciudad. La muestra “Ni corpus ni cristi” estuvo en el Museo de Arquitectura en 2008, y se siguen “Sucesos”, de 2009, y “1 x 1 = 2”, ambos en esta propia institución cultural trinitaria, donde en 2010 expuso “Retinosis pigmentada”.
En 2008 sus obras formaron parte de las exposiciones colectivas “Encuentros”, Museo Nacional de la Lucha Contra Bandidos; “Hilos de luz”, Museo de Arquitectura, y “Des-Composiciones”, Galería de Arte Benito Ortiz Borrell (GAU). En 2010 sus obras estuvieron en “Legados”, y “6/1”, de la propia GAU.
Ha participado en la V Bienal de las Artes Plásticas, Trinidad 2009; el proyecto “Trinidad se escribe con R”, el 28 Salón Provincial de Artes Plásticas Oscar Fernández Morera, y el XV Salón de Pequeño Formato UNEAC Sancti Spíritus, 2015.
Ha sido Primer Premio de la V Bienal de las Artes Plásticas, Trinidad 2009; y el Premio Academia en esa propia fecha, con Reconocimiento del Fondo Cubano de Bienes Culturales, de la GAU y de ARTEX.
Obtuvo Mención en el XV Salón de Pequeño Formato UNEAC Sancti Spíritus, 2015.