Es bien temprano en la mañana. En la esquina del Parque Céspedes, en Trinidad, fanáticos al deporte de las bolas y los strikes debaten la actuación del equipo Cuba o #TeamAsere en el V Clásico Mundial de Béisbol
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Por: Joaquín Gómez Serra
Criterios van y vienen como las rectas de humo que han tirado los derechos cubanos Yariel Rodríguez o Raidel Martínez. La esquina caliente está que arde. Ya Cuba está en Miami y este domingo jugará con el que gane el partido entre Venezuela y Estados Unidos.
Hay pasiones fugaces; otras duran más y, algunas -solo algunas-, la vida entera. Pero, en estos días de Clásico Mundial el #TeamAsere, esos corajudos que llevan en su pecho las cuatro letras de Cuba nos han hecho soñar, nos hacen vivir. El Plantea Tierra tiene hoy ribetes rojos y azules con la Estrella Solitaria resplandeciendo en el firmamento.
Y en la peña deportiva de béisbol 28 de diciembre de Cuco, su presidente, que se reúne en la esquina del Parque Céspedes se debate aún fuerte de si Cepeda tenía que estar en el Clásico, ahora que Yoenni Céspedes, uno de los jugadores de la MLB pidió permiso para ausentarse del equipo Cuba por problemas familiares.
Disímiles criterios siempre existen, pero unánime entre la voz populix trinitaria que como buenos cubanos, se levantaron, no creyeron en las dos primeras derrotas, donde todos, incluyéndome yo, los dábamos de regreso.
Pero el equipo Cuba blandió el bate, hicieron cantar el bate, y con lanzamientos que empujamos los fanáticos, desde la Villa Patrimonio de la Humanidad, y en general desde la Isla de todos los cubanos, esos rompe llamas, mantuvieron la ventaja. Por eso ya estamos en Miami, y pase lo que pase, ya tenemos una parte de la batalla ganada. Ya Cuba está entre los cuatro grades del mundo.
Abrazados como buenos hermanos de batalla Cuco, otrora pelotero, y Eliecer Varela, gloria deportiva trinitaria e integrante de los equipos Los Gallos opinan, debaten, y confían que el ·Team Asere dará batalla.
Trinidad, igual que Sancti Spíritus y que todo el Verde Caimán vive, sueña, y los ecos de los bates y las pelotas aún llegan, primero de Taichung, y después de Japón. ¿Qué adjetivos blandir para devolverle a un pueblo, el orgullo de madrugar bajo el influjo de la redonda que viene en caja cuadrada, o levantarse bien temprano, tras devolverle a un pueblo el orgullo que siente por su béisbol, que sentimos y vivimos por ser patrimonio cultural de la Mayor de las Antillas.
Y en la peña deportiva de la esquina trinitaria de Los Gallos se rememora cuando las imágenes del triunfo inundaban nuestras pantallas, y toda Cuba saltaba de emociones, se vio llorar de emoción al coach espirituano de primera Rafael Muñoz. Allí, en la tierra del Sol Naciente, estaban las esperanzas e ilusiones de Trinidad, Sancti Spíritus, de toda Cuba.
Y me remito a un poeta que la única y verdadera ilusión es y seguirá siendo siempre Cuba, ese es Miguel Barnet, cuando expresó: “no hay corona de laurel que pueda compararse con una corona de palma tejida por manos humildes y cubanas”.
Pase lo que pase, de ahora en lo adelante, esa corona, ya la tejió el Team Asere, al ascender hasta la cúspide del V Clásico Mundial de Beisbol. Cuba, está de regreso dentro de los cuatro grandes del planeta, y eso, mis paisanos, tenemos que celebrarlo.
La unidad y el sentimiento de familia han hecho que los encumbrados de las Grandes Ligas, los del torneo de Japón, los de los certámenes de circuitos caribeños, sean uno solo tras un mismo objetivo. Esas cuatro letras arrastran un mundo, arrastran un pueblo, y por eso, no sentimos orgullosos de ser, hasta los tuétanos, bien cubanos.
En Taichung, en la tierra de los ojos rasgados, demostramos que somos el equipo de la alegría, de hombres corajudos que retan a los grandes. Cuba los sigue porque hacen vibrar de emoción a un pueblo, y por muy difícil que haya sido el camino hasta los cuatro grandes, han salido a defender esa alegría.
En la esquina del Parque Céspedes, en la bella tierra que es bañada por las aguas del Mar Caribe, las bolas y los strikes, y los batazos cubanos seguirán en combate. Trinitarios, y pueblo en general de toda Cuba, este domingo, seguiremos con el Team Asere los llevaremos para nuestras casas, para el trabajo, para el campo, porque a nadie le quepa dudas, que en Miami seguiremos peleando bate en mano, por la dignidad, por la alegría de ser, hoy y siempre, cubanos.