La instalación presta servicios de pasadía y alojamiento en todas las épocas del año. Hasta sus predios llegan clientes de diversas regiones del país
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Por: Greidy Mejía Cárdenas
Atraídos por el paisaje, las místicas aguas medicinales, y un servicio de excelencia, visitantes de diversas regiones del país llegan en cualquier época del año hasta la Villa San José del Lago, en Mayajigua, perteneciente al municipio de Yaguajay, para disfrutar tanto de las opciones de pasadía como de alojamiento.
Con el esplendor que le dejó el último remozamiento, allá por el año 2021, la instalación pone a disposición de los clientes el restaurante principal, la cafetería, el restaurante El Fortín y el italiano, en los cuales se ofrece desde comida nacional hasta las gustadas pastas.
Miguel Jorge García Valdés, director del centro turístico, explicó, que unido a la diversidad gastronómica que se exhibe hasta la fecha, la institución también posee un bar especializado en la venta de cerveza, cocteles y otra gama de bebidas.
Asimismo, recalcó que los servicios de puntos náuticos, animación y recreación y de juegos recreativos complementan ese espacio de sosiego que aporta la naturaleza en este lugar, el cual camina bajo la guía del Grupo Hotelero Islazul.
García Valdés refirió, que este destino turístico del norte espirituano posee 60 habitaciones, entre dobles y triples, en las cuales se hospedan clientes derivados del mercado nacional.
El director de la Villa San José del Lago precisó, que los interesados en acudir a la institución pueden reservar en cualquier agencia de Islazul en el país. De igual forma, confirmó que la entidad se encuentra a la espera del catálogo de precio para el verano, una disposición que se adopta cada año como antesala a la etapa estival.
La propia fuente aseveró que la instalación se esmera en elevar la calidad del servicio a la población y tratar a cada visitante como a un familiar, máxima que sostiene el centro en los más de 80 años de operación hotelera.
“Para nosotros lo más importante es que el cliente se sienta como en casa. Para lograrlo contamos con el sentido de pertenencia del colectivo de la villa que, tanto en el servicio de pasadía como en el de alojamiento, consigue que los visitantes tengan una estancia placentera”, concluyó el directivo. (Tomado de Escambray).
