Por: José Rafael Gómez Reguera
En medio de una difícil situación epidemiológica, pero conscientes de su papel en la sociedad, tanto en la producción como en los servicios, y en primera línea de combate contra el nuevo coronavirus causante de la COVID-19, las trinitarias celebran el Día Internacional de la Mujer.
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La efeméride ha sido propicia no solo para reconocer el desempeño individual y colectivo de las féminas, sino también para impulsar diversas acciones en el aporte de alimentos. Ello deviene tarea de primer orden en un territorio que hace ingentes esfuerzos para avanzar en el programa de autoabastecimiento, lo cual demanda mucho trabajo de por medio.
En este plano, valen destacarse las movilizaciones efectuadas hacia los principales polos productivos de la localidad, tan importantes como lo que se ha hecho en el plano de la limpieza y la higienización de centros de la Salud Pública y del municipio, en general.
La celebración no solo compete a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), sino a la sociedad en su conjunto, en la actualidad, obligada a luchar contra la pandemia y, en paralelo, junto a la atención a personas sospechosas, contactos de sospechosos y casos aislados, mantener la vitalidad de los centros del sistema de la Salud, tanto en la parte urbana como en la rural y las demás actividades de la economía.
Durante todos estos casi doce meses de enfrentamiento a tan peligroso enemigo, y como parte del Ministerio del Interior, las mujeres, codo a codo con sus compañeros, no solo han incidido en el enfrentamiento a las ilegalidades, sino que han sido decisivas en el mantenimiento de la tranquilidad y el orden de la ciudadanía.