Juegos Olímpicos Tokio 2020: Cuba por subir en el medallero (+video)

Idalys se colgó en Tokio su cuarta medalla olímpica. Foto: Cubadebate.
Idalys se colgó en Tokio su cuarta medalla olímpica. Foto: Cubadebate.

Deportes como el boxeo, la lucha en el estilo greco y el atletismo pudieran aportar mucho al propósito de escalar en la tabla de posiciones

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Por: El sa Ramos

Idalys Ortiz fue un país. Justo cuando los XXXII Juegos Olímpicos de Tokio llegaron a su mitad y Cuba andaba “rezagada” en la conquista de preseas, la yudoca leyenda animó la madrugada del viernes en la isla y trajo a su tierra desde el lugar 60 hasta el 46 en ese justo momento.

Ortiz lo guardó todo para un día, el que quizás represente el adiós de sus asistencias olímpicas y dejó sobre el tatami una clase magistral de cómo debe pelearse en medio de un evento que ha presentado altos grados de competitividad.

Y aunque por esa exigencia cubana muchos quisieron el oro, con su brillante plata la yudoca se ratificó como una de las mejores deportistas cubanas de todos los tiempos al conquistar su cuarta presea olímpica. Ganó todos sus pleitos por puntos, a base de técnica limpia, fuerza y contundencia. La final fue una sinfonía de pasividades (penalizaciones o shidos) mutuas ante la japonesa Akira Sone, en un combate extendido a regla de oro y exigido luego de los tantos estrellones que debió dar para llegar a la final.

Valga Idalys para quitarnos el sueño y animarnos la existencia justo cuando la impaciencia recobraba espacio entre los más exigentes. Sí porque, aunque ha sucedido en más de una cita, más de uno andaba preocupado cuando los juegos entran ya en su última semana competitiva y Cuba andaba tan lejos.

Con apenas una medalla de bronce, la delegación cubana permanecía alejada en el medallero, en el que unos 40 países habían logrado al menos un título y 67, una presea de cualquier color.

La medalla que logró inaugurar el podio por los cubanos colgó del pecho del bicampeón mundial de taekwondo Rafael Alba, un resultado que se aviene con el desempeño del atleta si tenemos en cuenta que alcanzar una presea ha resultado difícil para campeones universales como él, primeros del ranking y titulares olímpicos.

Mas, sin ánimos de conformismos, lo que ha pasado hasta ahora se inscribe dentro de los pronósticos que sostuve en estas páginas y que concuerdan con otros vaticinios, de acuerdo con el cronograma fijado para la cita nipona.

Idalys salvó al judo, que desde su debut en los eventos bajo los cinco aros había sido una de las locomotoras del medallero, pero que esta vez las razones se han escrito sobre el tatami: solo Idalys Ortiz, en sus cuartos Juegos Olímpicos, logró ganar medallas en tanto Kaliema Antomarchi, aun sin lograrla, compitió de forma meritoria al enfrentar a rivales que la superan en palmarés y su quinto lugar, junto al sexto de la pesista Ludia Montero, es de lo más sobresaliente por nuestro país hasta ahora.

El resto ha estado marcado por actuaciones discretas, al margen de que, al menos yo, no esperaba preseas, aunque sí mejor rostro competitivo.

Ahora resta esperar que el cronograma y la entrada en acción de deportes decisivos en las aspiraciones nacionales le deparen a Cuba un mejor cierre en unos juegos que ha dispersado su entrega de preseas hasta naciones que por primera vez logran alcanzar alguna.

Uno de los llamados a oxigenar la actuación de los nuestros es el boxeo que, tal como se esperaba, comenzó con buen pie, aunque, como sucede casi siempre, mantendrá la expectación en el guion hasta las últimas jornadas. Es una responsabilidad que carga esta disciplina por años y que en esta oportunidad se convierte en crucial por la merma de otras aportadoras como el judo y por la cantidad que le permiten las divisiones.

El otro deporte es la lucha, sobre todo en la modalidad greca. Esta disciplina está llamada a aportar más de una presea a partir de la ubicación de sus hombres en las listas mundiales. El tercero pudiera ser el atletismo, con varias figuras con reales opciones de colgarse una medalla y para ello, contrario a otros deportes, el país garantizó parte de su preparación, sobre todo en Europa.

Sin embargo, el arranque para Cuba en el atletismo no pudo ser peor con el pobre desempeño del saltador de altura Luis Enrique Zayas, quien apenas pudo llegar hasta 2.18 metros. Por suerte, una luz comenzó sobre las pistas con la cómoda clasificación de Rose Mary Almanza en los 800 metros.

Quedan opciones en el piragüismo de manera general con la dupla de Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge o en los eventos individuales de este último atleta y el resto de los participantes.

Una medalla fuera de ese entorno podría considerarse como sorpresa y de eso ha estado lleno Tokio, que se las ha ingeniado para realizar sus juegos con bastante decoro y esplendor a pesar de todos los inconvenientes desde la pandemia y hasta el tifón.

Como premio, sus principales protagonistas: los atletas, se han entregado en cuerpo y alma para disfrutar o sufrir sus resultados. Tokio ha demostrado que cuatro, y en este caso cinco años, no pasan por gusto y que, pese a la pandemia, muchos deportistas siguieron su preparación al margen de la COVID-19 tal como lo muestran los saldos en no pocos eventos como la natación, reina en el “destrozo” de marcas mundiales y olímpicas.

Y mientras acá seguimos pendientes de la suerte de Cuba, el mundo que persigue las Olimpiadas como espectador “lejano” estará pendiente de la férrea lucha por los lugares cimeros del medallero entre China, Japón y Estados Unidos, con muy escasa ventaja entre los tres y sin un claro despegue como ha ocurrido en otras ediciones. Cuba aún puede estar entre los 20, aunque deba saltar casi 40 escaños en nueve días… Usted, ¿qué cree? (Tomado de Escambray).