Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Desde el diálogo, el intercambio de ideas y el razonamiento colectivo, un grupo de artistas e intelectuales del municipio de Trinidad se remitieron a las raíces históricas que avalan la legitimidad del proceso revolucionario no solo por la grandeza de su proyecto social, sino como defensor de la identidad cultural cubana.
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Con el prestigio de su edad y su talento, Víctor Echenagusía Peña, miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, (UNEAC), coincidió en la pertinencia de la creación de espacios para el debate con la participación de todos los sectores de la sociedad, en tanto se refirió al bloqueo de Estados Unidos contra la isla como “una política hostil, arcaica, que afecta todos los ámbitos, incluso el de la cooperación entre las naciones.”
En el encuentro organizado por el Departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido, el reconocido investigador recordó las presiones de los representantes norteamericanos en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), mientras se preparaba el expediente con la propuesta de incluir a la villa entre las ciudades del Patrimonio mundial y el respaldo de muchas naciones, “porque Cuba se ha ganado el respeto ante el mundo por la inteligencia de sus hijos, la entrega y la solidaridad, que son principios inculcados por la Revolución.”
Y mientras en las plataformas digitales se generan contenidos que deforman la realidad nacional, Bárbara Venegas, presidenta de la UNEAC en esta localidad, abogó“por la unidad y continuidad como conceptos esenciales que deben ser retomados cuantas veces sea necesario a la luz de las razones expuestas por Fidel Castro en Palabras a los intelectuales, hace 60 años, y que definen la postura de la vanguardia artística trinitaria.”
Por su parte Alain Fernández, artista de la plástica, compartió un reclamo colectivo: “salvar lo más valioso de la cultura nacional y local; para ello resulta imprescindible articular espacios en función de incentivar la crítica constructiva, el consenso, siempre desde la institucionalidad y la aspiración de construir un país con oportunidades para todos”.
El intercambio examinó varios puntos de la agenda abordados desde la ética revolucionaria que no desconoce las deficiencias o el lastre del burocratismo, males que deben ser desterrados definitivamente de una sociedad que trabaja hoy por la informatización. Sobre esa línea Víctor Manuel Echenagusía, presidente de la Asociación Hermanos Saiz, (AHS), expresó la urgencia de renovar la tecnología en las instituciones culturales del territorio y crear mecanismos más efectivos de comunicación.
Entre tanto, jóvenes instructores de arte de la Brigada José Martí que participaron en el encuentro, repudiaron los hechos violentos ajenos al espíritu amistoso y alegre de los cubanos; por ello la presidenta del movimiento juvenil en Trinidad Dayana Zamora recalcó la importancia de “acompañar a los niños y jóvenes en ese proceso complejo de formación integral donde desempeñan un rol esencial la familia y la escuela.”
Directora del cuarteto Ónix, Yoana Lozano Soríz habló con orgullo de su origen humilde, de la educación que recibió de sus abuelos, al tiempo que agradeció “esa gran creación del Comandante en Jefe que es la brigada José Martí, con la cual dio cauce a sus inquietudes artísticas. Eso solo ha sido posible gracias a la Revolución.”
Los trabajadores de la prensa invitados también al debate, que contó con la presencia de Denis Díaz Peláez, Secretario del Partido en el municipio y Diana Zuleika Estévez, profesora de la Escuela Provincial del Partido, identificaron entre los mayores desafíos el de hacer coincidir las agendas pública y mediática a partir de un periodismo profundo, oportuno, que logre la credibilidad desde la argumentación y el compromiso.
En el encuentro, Yariel Hernández García, jefe del Departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido, insistió en los matices diversos de la guerra ideológica que se organiza contra Cuba y la necesidad de emplear la inteligencia, la sensibilidad y la creatividad de los artistas e intelectuales para preservar la Revolución y el más profundo sentimiento de patriotismo.