Escuela de Restauración de Trinidad: la maravilla de los oficios

La especialidad de albañilería se vincula con labores de restauración. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
La especialidad de albañilería se vincula con labores de restauración. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

El programa de construcción de viviendas en Cuba, a través de la entrega de subsidios, resalta por su nobleza. Vincular a los jóvenes a esta experiencia constituye uno de los aciertos de la Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico de Trinidad, que en la modalidad a distancia garantiza manos y brazos nuevos para conservar el patrimonio edificado de esta urbe.

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Marianela Herrera Martínez -directora del centro- reconoce cuanto aporta a la formación de los alumnos sentirse parte de un proyecto humano que prevé este año la terminación de 34 células básicas habitacionales en el territorio.

Las labores de restauración de inmuebles resultan esenciales en el Centro Histórico de la ciudad. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
Las labores de restauración de inmuebles resultan esenciales en el Centro Histórico de la ciudad. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

“Nosotros estamos muy vinculados a las labores de terminación de esos inmuebles; se trata de una tarea priorizada, por lo que tiene máxima prioridad. Hoy se encuentra en fase de terminación una vivienda que prácticamente tuvo que reconstruirse totalmente por el deterioro que presentaba y es un mérito de los alumnos de nuestra escuela, junto a los profesores”.

A pie de obra, en una vivienda ubicada en la calle Ernesto Valdés Muñoz, número 59 en el Centro Histórico de la Villa los jóvenes Rolando Miranda Martínez, Enmanuel Abdelkader y Jorge Carlos Rodríguez complementan su preparación como albañiles y descubren la magia de componer el pasado de una ciudad colonial que confía a sus hijos el futuro.

“Nosotros la hicimos nueva como aquel que dice -afirma con cierta timidez Rolando-; estaba en muy mal estado, ahora se ve diferente, vivimos en una ciudad turística y esta vivienda se ve muy bonita en el Centro Histórico; estoy muy contento con mi oficio.”

Los estudiantes de la especialidad de albañilería se vinculan a la terminación de una vivienda. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
Los estudiantes de la especialidad de albañilería se vinculan a la terminación de una vivienda. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

Cuando decidió matricular en la escuela, Enmanuel no imaginó que apenas transcurridos unos meses de iniciar el curso el pasado mes de noviembre se vincularía tan rápido a la práctica. El rebrote de la COVID-19 obligó a continuar el curso académico en la modalidad a distancia, pero los 70 alumnos del centro, perteneciente a la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, no dejan de aprender y prepararse.

“En esta vivienda lo hemos hecho todo desde cero y ha sido un logro de nosotros como alumnos y de los profesores que nos acompañan no solo en la obra, sino en los talleres en la propia escuela; no me arrepiento de la elección y mis padres también me apoyan mucho”.

En este curso atípico la Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico abrió sus aulas para seis especialidades: albañilería, carpintería, herrería, cerámica, restauración de papel y modi-costura, esta última relacionada con las artes manuales y estrenada en el año 2020.

Mas, el joven Jorge Carlos descubrió su vocación: “le doy gracias a la escuela por esta posibilidad, no somos solo albañiles sino restauradores; aquí hemos dado fino, resanado, paredes, enchapado. Descubrimos también que es un oficio muy importante porque ayudamos a mejorar la vivienda de las personas; estoy muy agradecido de ser parte de esta experiencia”.

Los jóvenes agradecen a los profesores por el acompañamiento en este curso atípico a causa de la pandemia. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.
Los jóvenes agradecen a los profesores por el acompañamiento en este curso atípico a causa de la pandemia. Foto: Ana Martha Panadés Rodríguez / Radio Trinidad.

Luego de dos años de formación en aulas, laboratorios de computación y de estudio de materiales, además de talleres con el equipamiento imprescindible que demanda la enseñanza práctica de estas materias, los futuros obreros calificados egresan con la sensibilidad y conocimientos que demandan los trabajos de conservación en el centro histórico de la villa, con más de cinco siglos de vida.

La institución constituye una verdadera academia para la enseñanza de labores tradicionales, imprescindibles en la conservación del patrimonio edificado en la Tercera Villa cubana y hacer de los jóvenes verdaderos artistas comprometidos con la ciudad y ese eterno desafío de conservar su lozanía en tiempos de modernidad.