Como parte de este verano 2022, y bajo la égida del Centro de Promoción Cultural de la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios, están estas opciones para estos meses de julio y agosto, que incluyen recorridos por diversos sitios de interés de la ciudad y el famoso Valle sureño
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Por: José Rafael Gómez Reguera
Vivir en medio del patrimonio exige de los trinitarios conocer acerca de costumbres, tradiciones, lo mejor de su cultura material e inmaterial, y ese es el objetivo del programa “Rutas y senderos de piedra”, que propicia recorridos sabatinos tanto por la ciudad como por el otrora emporio azucarero del valle de la Tercera Villa de Cuba, con guías del Centro de Promoción Cultural (CPC) de Amargura 85, institución perteneciente a la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios.
Claudia Elena Valdivia Valmaseda, licenciada en Historia y especialista en investigación social de la Oficina del Conservador, informó que los Senderos de piedra, todos gratuitos, abarcan el ámbito citadino, y hasta el momento han tenido alta aceptación, sobre todo por parte de escolares trinitarios que cursan de cuarto a sexto grado y reciben Historia Local como asignatura, adentrándose en los primeros años de la Villa, la esclavitud, las luchas independentistas del Ejército Libertador y del Ejército Rebelde.
Los pequeños utilizan su tiempo libre acercándose a la historia y la cultura de la localidad, a través del conocimiento y significación de tarjas y monumentos históricos, edificaciones de alto valor patrimonial donde residieron de manera temporal o permanente figuras prominentes de esta Ciudad Museo del Caribe, y lo que concierne, sobre todo, al Centro Histórico de Trinidad, Monumento Nacional de la República de Cuba, declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1988.
Justo ese hecho de estar insertado en la Lista del Patrimonio Mundial es singularmente atractivo para estudiantes y sus familiares. Cada sábado pueden acercarse a lo más relevante de su ciudad, en recorridos que comienzan a las 9 de la mañana, y ya han visitado casas vinculadas con José Aniceto Iznaga y Borrell, Isidoro Armenteros, José María Sánchez Iznaga, Narciso López… Asimismo, la Casa de los Conspiradores, la Plaza de Segarte, la Plazuela del Jigüe, sitio fundacional de Trinidad; la actual Casa de la Trova, la vivienda donde se alojó el sabio Alejandro de Humboldt, todos ellos con salida desde la Casa Malibrán, donde radica el Centro de Documentación del Patrimonio. Cada sábado, algo diferente.
Noemí Pérez Santos, quien también aporta sus conocimientos en esta esfera, explicó que todo ello constituye un proyecto desarrollado, en tiempo de clases con estudiantes de secundaria básica, y ahora se dirige a los más pequeños y a sus familiares, o sea, niños, adolescentes y jóvenes, de conjunto con sus familiares, a lo cual se invita a quienes visitan Trinidad.
Aunque el CPC es quien organiza y ejecuta estos Senderos de Piedra, diferentes empresas y organismos de la localidad han mostrado su disposición para colaborar en estos recorridos de aproximadamente una hora o algo más, como por ejemplo Educación. Así se preserva la memoria histórica de Trinidad.
Por su parte, las Rutas se hacen cada sábado por lugares escogidos del Valle de los Ingenios, y ya tuvieron su primera experiencia. Incluyen salida desde el parque Céspedes, a las 8.30 am, y regreso a Trinidad después de la una de la tarde, con previa reservación en el Centro de Promoción Cultural de Amargura 85. Sólo se abonan los 20.00 pesos moneda nacional para cubrir el gasto del recorrido en ómnibus.
La primera parada es en el Mirador del Valle, y la última en Manaca-Iznaga, su casa-vivienda y la gigantesca torre que le caracteriza, con opciones para almuerzo en el restaurante de esa zona rural, en dependencia de los gustos y posibilidades de cada persona. Se incluyen, además, indistintamente, dos de los siguientes lugares: hacienda Guachinango, hacienda San Isidro de los Destiladeros, hacienda Buena Vista, hacienda Guáimaro, y el Museo del Azúcar existente en la comunidad del FNTA, donde funcionó el último de los ingenios azucareros de Trinidad, sitios todos de alto valor patrimonial y objeto de investigaciones científicas, así como de jornadas arqueológicas.
En estos lugares puede observarse el trabajo de conservación y restauración que se ha ejecutado en estas antiguas haciendas dedicadas al cultivo de la caña de azúcar y la obtención de sus derivados, la extensión ganadera y otros cultivos. Por ese motivo, hay oportunidad para disfrutar de casas-haciendas, barracones o restos de ellos, torres miradores para vigilar las labores agrícolas de los negros esclavos, restos de zonas para producir azúcar…