Esta mañana de viernes inició en Trinidad la vacunación a estudiantes de los politécnicos y escuelas pedagógicas y de arte de la provincia y regiones aledañas, así como a sus profesores, residentes en este municipio
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Por: José Rafael Gómez Reguera
Las primeras dosis de la vacuna antiCOVID-19 Abdala deben estar, al cierre de este viernes, en los brazos de al menos doscientos estudiantes de Institutos Politécnicos, Escuelas Pedagógicas y Escuelas de Arte de la provincia de Sancti Spíritus y de otras zonas del país, residentes en este municipio de Trinidad.
Para ello se han organizado varios vacunatorios de la ciudad, como la Escuela Secundaria Básica Urbana Julio Sotolongo Hernández y la Escuela Primaria Marcelo Salado Lastra, ambas dotados del necesario personal de enfermería, médicos y personal médico en formación, todos apoyados por los colectivos pedagógicos de las referidas instituciones, bajo la rectoría directa de la directora municipal de Educación Mayra Fundora Liriano.
Según se informó, se espera que hoy cada vacunatorio pueda administrar el inmunógeno a alrededor de 110 personas, con prioridad para los estudiantes y, posteriormente, sus profesores, hasta completar las cifras previstas en los próximos días.
La organización e higiene ha sido una constante en ambos centros, y los estudiantes han contribuido primero con su puntualidad, y segundo con su disciplina, pues es un proceso que lleva control de los datos personales de cada uno, así como una prueba inicial para comprobar si alguien es alérgico al Tiomersal, situación que hasta el momento de redactar esta nota no se había presentado.
Asimismo, se ha sido riguroso en los datos que se obtienen de la presión arterial, la temperatura corporal y los signos cardíacos; la vacunación en sí, con frascos que se sacan uno a uno del envase en que se conservan, con temperatura comprobada de cuatro grados centígrados, y la higiene tanto del área de vacunación como de las zonas de espera y la habilitada para que los vacunados permanezcan no menos de cuarenta minutos.
Haila María Delgado Pérez, quien estudia para profesora de música y danza en la escuela Vladislav Volkov, de Cabaiguán, fue la primera persona vacunada, luego de seguir el protocolo de toma de datos personales y de salud. Desde el inicio ella se mostró muy segura. Le siguieron Blanca de las Mercedes Ortiz Pérez, quien estudia para maestra primaria, y Zilenay Adriana Mursulí Valmaceda, también de ese propio ámbito.
Desde el instante en que llegaron, organizando e higienizándolo todo, las licenciadas en Enfermería Yamilé Naranjo Suárez, Marisely Suárez Benítez y Marelys Medina Barroso, mostraron la convicción de que el proceso transcurriría bien. “Somos un equipo que es capaz de asumir cualquier situación que se presentara”, refirió Yamilé, quien como las demás, dispusieron de los equipos de protección personal.
Por su parte, la doctora Grace de Lara García, jefa del equipo, refirió estar muy contenta con las condiciones creadas en la Julio Sotolongo. “Es un vacunatorio que me gusta mucho por la organización y la disposición de los locales. Todo va a estar bien”, expresó con esa seguridad tan necesaria para los pacientes.
Al momento de redactar esta nota, no se habían presentado síntomas adversos a la vacuna en ninguno de los jóvenes que recibieron Abdala, salvo el pequeño dolor del pinchazo, que se sobrelleva perfectamente (algunos ni se percatan de ello) si se compara con la protección que el organismo comienza a recibir ante este peligroso coronavirus.